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El Girona viajará este viernes a Donostia sin su arma más afilada si se confirma la baja de Taty Castellanos. El delantero de moda de LaLiga desde que marcó cuatro goles al Real Madrid el pasado 25 de abril se hizo un esguince de tobillo en el entrenamiento del miércoles y no pudo ejercitarse ayer con los compañeros, tal y como reveló en su rueda de prensa Míchel, el míster del conjunto gerundense. «Veremos si puede jugar», se limitó a decir a la espera de los resultados de las pruebas médicas y de la evolución de las últimas horas.
La Real Sociedad aguarda la decisión de su rival, que deberá ponderar riesgos. No solo con Taty. También con Yangel Herrera. El centrocampista venezolano lleva tres meses fuera de los terrenos de juego por lesión y su técnico asumió ayer que «tenemos que mirar si es bueno que juegue o esperar una semana más». El Girona se ha adaptado a jugar sin Yangel, pero Taty viene siendo su principal recurso ofensivo durante las últimas semanas. Ha marcado 14 goles en lo que va de curso pero 7 de ellos han llegado en sus últimas cuatro actuaciones. También hizo su tanto a la Real en Montilivi en la primera vuelta.
El Girona está negociando ya con el New York City -club que posee sus derechos y que le mantiene cedido- para retenerle una temporada más. La última palabra la tiene el City Group, que empieza a ver en el argentino de 24 años una recurso preciado a explotar próximamente. En la ecuación de las conversaciones entra de lleno el estado de su tobillo y la mayor o menor necesidad de arriesgar.
Menos dudas parece tener la Real con otro jugador diferencial, aunque en este caso central. Igor Zubeldia, uno de los futbolistas más destacados del equipo en las últimas semanas, volvió a ejercitarse ayer en solitario por esa lesión en el músculo obturador externo de la cadera derecha que le tiene fuera del grupo desde el partido contra el Real Madrid del 2 de mayo. Imanol explicará este viernes en su comparecencia sus planes con el azkoitiarra, pero sorprendería verle jugar mañana quedando aún cuatro partidos más por delante y contando con un sustituto de garantías como Jon Pacheco para el eje de la zaga.
Quienes tampoco se entrenaron este jueves con el primer equipo fueron los jugadores del filial Ander Martín y Pablo Marín, los dos que reclutó el técnico oriotarra para la sesión del miércoles. Apuntan a no entrar en la convocatoria, dado que Imanol tiene 22 futbolistas de la primera plantilla disponibles -todos menos Sadiq, Brais y Zubeldia- y que el Sanse afronta también el domingo un partido importante en su aspiración a disputar el playoff de ascenso a Segunda. El choque de mañana será arbitrado por Figueroa Vázquez con Munuera Montero en la sala VAR.
Míchel halagó este jueves a su rival. «Son el cuarto o quinto equipo que tiene mejores conducciones de pelota. Kubo, Silva, Oyarzabal… Hasta los centrales son capaces de conducir. Son un equipo que te genera muchos problemas en defensa. Por eso tenemos que tener el balón».
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