A medida que pasan las horas, más cerca está Takefusa Kubo de aterrizar en Donostia. Ahora mismo, lo que le separa de coger un avión y plantarse en la capital guipuzcoana es su temperatura corporal –ha tenido fiebre, no Covid– y la ingesta de unos cuantos analgésicos. El centrocampista nipón firmará su contrato hasta el 30 de junio de 202
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