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Eduardo Uribe-Echeverria, Denis Vyalikh, Viacheslav Kobin y Mikhail Otrokov, ataviados con camisetas de la Real en los jardines de este periódico. MIKEL FRAILE
'Rusos giputxis', con un ojo en la Real Sociedad y otro en el Zenit
Real Sociedad

'Rusos giputxis', con un ojo en la Real Sociedad y otro en el Zenit

Dos investigadores, un médico y un entrenador de balonmano diseccionan al rival de San Petersburgo. Abandonaron en su día su país para asentarse en Gipuzkoa, donde conviven en armonía con los seguidores blanquiazules

ÁLVARO VICENTE

SAN SEBASTIÁN.

Miércoles, 27 de septiembre 2017, 06:54

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«Somos los 'nuevos Karpin' de la Real». Mikhail Otrokov pone el título a este reportaje mientras posa sonriente junto a sus tres compatriotas para el fotógrafo Mikel Fraile en el jardín de las instalaciones de este periódico. Los cuatro son ciudadanos rusos que residen en San Sebastián, a los que reunimos para que diseccionen al rival de la Real en la Europa League (mañana, 19.00 horas beIN). La conversación fluye. Los cuatro se relacionan en ruso.

A nada que se repare en la fotografía que acompaña estas líneas sobra decir con qué equipo van mañana. A excepción de quien sujeta el balón con su mano derecha, a los otros tres les tira más la Real. Eduardo Uribe-Echeverria es un cardiólogo nacido en Rusia que llegó a Gipuzkoa hace 28 años; Viacheslav Kobin cumple su primera temporada como entrenador del equipo de balonmano de Egia después de una fructífera carrera como jugador profesional; Mikhail Otrokov es un físico natural de Tomsk (Siberia) que trabaja desde hace cuatro años en Ibaeta, en el Centro de Física de Materiales, surgido de una alianza entre la universidad vasca y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas; y Denis Vyalikh es un investigador del Donostia International Physics Center que está alojado en el Talent House gracias al programa de atracción de talento de Fomento San Sebastián.

Al abordar qué se pueden encontrar los jugadores de la Real y los aficionados que les acompañen en este desplazamiento a San Petersburgo, coinciden en que la temperatura no será fría. Rondará los diez grados dice Otrokov, aunque «la proximidad del estadio con el río Neva pueda hacer que la sensación en la grada sea de más frío», apunta Kobin.

La Real, con permiso de Wembley, jugará en el estadio más caro del planeta: el San Petersburgo Arena. «El coste previsto para su construcción era de 6.000 millones de rublos (88 millones de euros) y ha acabado siendo de 47.000 millones de rublos (688 millones de euros)... El estadio es una maravilla pero en Rusia se llevan las manos a la cabeza por lo mucho que ha costado», cuenta el médico Uribe-Echeverria.

Los continuos retrasos, los cambios de empresa constructora, el uso de mano de obra esclava -obreros norcoreanos-, el aumento del aforo -de 40.000 a 70.000 asientos- y el incremento disparatado de los costes ensombrecieron un proyecto que el Gobierno ruso no dudó en calificar de desgracia para el país. El Ayuntamiento de la ciudad incluso tuvo que desviar para el estadio dinero del presupuesto municipal destinado a la construcción de escuelas, hospitales y guarderías. «Y a eso se le suma el problema del césped. Lo han cambiado un montón de veces; han utilizado calentadores, lo han cubierto con lonas para protegerlo del frío y no terminan de dar con la tecla. El estadio tiene techo retráctil. No sé cómo puede estar ahora», apunta el entrenador del Egia de Primera Nacional, que llegó a España hace 17 años, los diez últimos en San Sebastián.

Vyalikh recuerda que este estadio y otros que se han construido en Rusia serán sedes del Mundial que se disputa el próximo verano. «El país está trabajando muy duro para dar la mejor respuesta al mundo. Seguro que tendremos un magnífico Mundial». El San Petersburgo Arena acogerá una de las semifinales del Mundial.

Un Zenit renovado

Otrokov, tanto o más futbolero que Uribe-Echeverria, considera que el actual Zenit «no tiene nada que ver» al que se proclamó campeón de la UEFA en la temporada 2007/08 al derrotar en la final por 2-0 al Glasgow Rangers. «El valor de la plantilla ha bajado muchísimo. En el aquel equipo destacaba el brasileño Hulk; hoy es un Zenit renovado que no tiene problemas para ser el mejor de la liga rusa pero que no brilla tanto en Europa. La Real no debería tener problemas para ganar».

Kobin añade que el Zenit ha apostado por la «sangre caliente» de jugadores argentinos (Driussi, Kranevitter, Mammana, Rigoni y Paredes) tras dos temporadas sin ganar el título de Liga. Gazprom, la empresa propietaria del club que controla una de las mayores redes de gasoductos en el mundo, no ha escatimado en gastos para volver a ser un equipo puntero con el italiano Roberto Mancini al frente. Juega con un sistema de 1-4-3-3, el mismo que la Real.

La parcela deportiva la dirige ahora el director deportivo Konstantin Sarsaniya con un objetivo: explotar el mercado argentino en búsqueda de incorporaciones a precio de saldo para, en unos años, darle rendimiento económico con una gran venta. Atrás queda la estrategia mediante la que se realizaron fichajes astronómicos, los más caros de la historia del club, como los de Hulk o Witsel, por 40 millones de euros cada uno. «Pueden optar por esa estrategia o por la que quieran porque tienen dinero para parar un tren. El Zenit dobla tranquilamente el presupuesto de la Real», apunta el entrenador de balonmano, autor de más de 1.000 goles en la Asobal desde la posición de lateral derecho tras pasar por el Octavio Pilotes Posada, Arrate y Adelma.

Natural de San Petersburgo, Vyalikh habla maravillas de su ciudad, como no podía ser de otra forma. «Es una ciudad 'friendly' (amable), en la que se acoge bien al extranjero. Los aficionados no van a tener ningún problema, aunque como en otros muchos sitios es recomendable no lucir distintivos de la Real lejos del estadio. Van a poder disfrutar de una buena cocina, no tan espectacular como la vasca, y disfrutar de su belleza. La ciudad es mucho más bonita que Moscú, es más del gusto de la gente de Occidente. Me gustaría decir que el Zenit va a ganar a la Real pero lo veo complicado, están a un nivel superior. Ganaréis 2-0».

«El estadio del Zenit es una maravilla, pero su coste, desorbitado. Ha costado 688 millones de euros»

Eduardo Uribe-Echeverria, Médico cardiólogo

«San Petersburgo es una ciudad 'friendly'. Los aficionados no van a tener ningún problema»

Denis Vyalikh, Investigador en el DIPC

«Los salarios de los jugadores rusos son muy altos y el ciudadano de a pie no lo entiende»

Viacheslav Kobin, Entrenador de balonmano

«El Zenit a priori es favorito por jugar en casa, pero si la Real borda el fútbol se traerá los tres puntos»

Mikhail Otrokov, Físico del Centro Materiales

Otrokov asiente: «El Zenit ha perdido crédito en las mismas proporciones que el fútbol ruso. Es positivo que haya clubes como éste porque es capaz de competir con grandes clubes de Europa, pero al fútbol de nuestro país todavía le queda por progresar».

El entrenador de balonmano, natural de Vladimir, al oeste de Rusia, y el médico, nacido en Balashikha, cuentan algunas de las razones por las que el fútbol ruso se ha desprestigiado en los últimos tiempos: «Los salarios de los jugadores son muy altos y el ciudadano de a pie no lo entiende. Hace poco se publicaron unas fotografías de los jugadores de la selección rusa bebiendo champán del caro después de haber perdido un partido clasificatorio para el Europeo. Estas imágenes se encajaron muy mal. El fútbol tiene el peligro de verse relegado por un deporte muy seguido en Rusia como el hockey hielo. De diciembre a marzo se para la liga de fútbol para jugarse la de hockey y a estas alturas del año todo Rusia habla de ese arranque de Liga en el hielo».

Al desapego se suman los altercados entre aficiones calientes que se suceden en algunos derbis. «En Rusia es impensable la imagen de un seguidor de la Real con uno del Athletic que se puede dar en un derbi vasco. En Rusia las aficiones ni se cruzan», cuenta Uribe-Echeverria, seguidor del Spartak de Moscú pero ante todo «muy de la Real».

El exjugador de balonmano, con pasado en el Arrate, recuerda con cariño a los jugadores rusos o de repúblicas de la Unión Soviética que han jugado en la Real: «Jankauskas, Demidov, Demetradze, Khokhlov y el gran Karpin, uno de los mejores en la historia de Rusia. A la Real siempre le han salido bien los fichajes rusos, salvo excepciones».

Los precedentes, negativos

Vyalikh, enfrascado en el laboratorio en la elaboración de nuevos materiales bidimensionales con propiedades únicas, dice que el «poco» fútbol de la Liga que ha podido ver desde que llegó a San Sebastián en enero de este año le invita a pensar que la Real está hoy «por encima» del Zenit. «Tiene jugadores muy técnicos capaces de imprimir una velocidad muy alta a su juego; por desgracia no puedo decir lo mismo de los equipos rusos».

Los precedentes, sin embargo, no respaldan a la Real. El Zenit ha jugado dieciocho partidos frente a equipos de la Liga y su balance es de cuatro victorias, seis empates y ocho derrotas (tres victorias, cinco empates y una derrota en casa). El único equipo de la Liga que ha conseguido ganar en San Petersburgo fue el Real Madrid, que venció 1-2 en la fase de grupos de la Champions 2008/09.

Y dicen más. El Zenit ha ganado sus últimos siete partidos de la fase de grupos como local tanto en la Europa League como en la Champions desde que cayera por 1-2 frente al Leverkusen en noviembre de 2014. «Será un buen partido -apunta Otrokov-. La Real viene de perder tres seguidos y el Zenit es el líder de la Liga. A priori el favorito es el equipo local, pero esta Real es capaz de bordar el fútbol»..

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