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Los potrillos de la Real Sociedad se ganan el puesto

Odriozola y Zubeldia conversan con Eusebio en el transcurso del entrenamiento de ayer en Zubieta.
Odriozola y Zubeldia conversan con Eusebio en el transcurso del entrenamiento de ayer en Zubieta. / ARIZMENDI
  • La actuación de Zubeldia y Bautista ante el Málaga confirma la gran aportación de los jugadores sub-23

  • Los dos siguen la estela de Oyarzabal y Odriozola y junto con Guridi y Kevin forman parte de ese grupo del Sanse que llama a las puertas del primer equipo

El domingo se juega la Real Sociedad su clasificación para Europa cuando aún resuenan los ecos del partido de Málaga. Aunque hay que mirar hacia adelante, no será fácil olvidar las sensaciones que vivió Anoeta durante muchas fases del encuentro. Pocas veces se le ha visto tan caliente como en la media hora final, cuando los suyos se lanzaron a pecho descubierto a por la victoria. Puede ser que el punto supiera a poco, especialmente después de ser muy superior al contrario, pero hay aspectos que van más allá de la batalla por obtener el billete continental para la próxima campaña. Uno de ellos es la comunión entre afición y equipo. Y otro, la aportación de los jóvenes que están subiendo del Sanse. Zubeldia causó sensación. Ya había jugado ante el Leganés y el Atlético, pero su actuación ha merecido el halago de todos. Odriozola quemó la hierba de la banda derecha con sus subidas y Jon Bautista rescató un punto de oro para seguir vivos en la pelea con Villarreal y Athletic.

En el último año y medio han sido varios los chavales que han subido y el rendimiento de todos ellos ha sido excelente. Y ahí, además del excelente trabajo que se realiza en Zubieta, ha sido clave la presencia de Eusebio. Una de las razones por las que el club se decantó por él fue porque le gusta apostar por los jóvenes, algo que ha quedado demostrado en este tiempo. Que el entrenador comparta una misma visión de lo que debe ser la Real Sociedad junto al Consejo y la dirección deportiva está permitiendo en el mismo año luchar por los objetivos más ambiciosos a la vez que sacar más chavales que nunca. Vamos a hacer un repaso de ellos.

Oyarzabal, internacional con 19 años. Fue el primero en aparecer. Aunque debutó de forma testimonial con Moyes en la visita al Levante -le sacó seis minutos cuando ganaba por 0-4-, fue Eusebio el que le hizo un sitio en el equipo. No le asustó haber perdido por lesión a dos atacantes como Agirretxe y Canales nada más llegar y sacó a Chory en el mercado de invierno para despejarle el camino hacia la titularidad. Le veía preparado para dar el salto.

Así fue como el 30 de enero de 2016 se estrenó como titular ante el Betis en Primera División. Desde entonces lo ha jugado casi todo y, a pesar de que solo tiene 20 años, ya acumula sobre sus espaldas 66 partidos oficiales de blanquiazul, en los que ha firmado nueve goles y once asistencias. Hace un año Del Bosque le dio la oportunidad de debutar con la selección absoluta en un amistoso contra Bosnia.

Odriozola, la sensación de la Liga. Este donostiarra de 21 años vivió su bautismo de fuego en la máxima categoría el 16 de enero en La Rosaleda, justo hace una vuelta. Y su aparición ha causado sensación, no solo en la Real sino también en el campeonato. Hasta Míchel modificó su dibujo habitual el domingo y jugó con defensa de cinco para frenarle poniendo ahí a Juankar. Y no es el primer rival que condiciona sus movimientos por su presencia. Capaz de alcanzar los 35km/h en carrera y cubrir doce kilómetros por partido, une a estas excepcionales condiciones físicas una buena técnica y el instinto ofensivo de un jugador que siempre ha actuado en las posiciones de arriba hasta que llegó al Sanse. En quince partidos ya lleva cinco asistencias de gol. Tremendo.

Celades le hizo debutar con la sub-21 ante Dinamarca e Italia, a pesar de tener ahí a Héctor Bellerín, del Arsenal. Finaliza contrato en 2018 y el club ya lleva varios meses trabajando su renovación, en la que no se esperan sorpresas a pesar de lo mucho que se ha revalorizado.

No diga gol, diga Bautista. Eusebio le dio la oportunidad de debutar en el tramo final de la pasada temporada. Agirretxe estaba lesionado, Jonathas más fuera que dentro y Vela se había resentido de sus problemas en la rodilla. Jugó unos minutos ante Villarreal y Real Madrid y contra el Rayo Vallecano marcó nada más salir al campo. Es el clásico goleador de siempre, un futbolista que vive para el remate y que también posee otras virtudes sin las cuales no es posible ganarse la vida hoy en día como delantero.

Esta temporada abrió el camino al triunfo en las visitas al Granada (0-2) y al Betis (2-3) y el domingo su cabeza rescató un punto que mantienen vivas las aspiraciones europeas de la Real Sociedad . Cada vez que sale lleva peligro y ya es uno más del primer equipo. Tiene 21 años, contrato hasta 2020 y fue llamado por Celades en marzo para la sub-21. Nuestro querido vecino le tiene bien apuntado en su agenda.

Guridi, la dificultad de hacerlo fácil. Este azpeitiarra de 22 años debutó hace dos meses en la visita a Mendizorroza. A Eusebio se le habían caído Illarramendi y Zurutuza tras enfrentarse al Athletic y le dio la alternativa, ya que venía de hacer un buen año con el Sanse. También tenía las opciones de jugar con Markel o Gaztañaga de cuatro y adelantar a Granero, pero optó por situar a este por delante de la defensa y a Guridi en el sitio Zurutuza. De hecho, por la manera de comportarse en el campo tiene un cierto aire al debarra, con la diferencia de que es zurdo.

Su partido ante el Alavés permitió comprobar que es un futbolista capaz de abarcar mucho campo, con gran equilibrio defensa-ataque, una buena toma de decisión y un guante para dar el balón al compañero. Quizás no esté llamado a ser un líder o un jugador determinante, pero mejora a todos los que le rodean y eso, en un deporte colectivo, es un gran valor. La Real Sociedad le renovó hasta 2022 y ahora mismo se recupera de una operación en la rodilla derecha. Todo indica que la próxima temporada estará en el primer equipo.

Zubeldia, el socio ideal para Illarra. Tiene 20 años, es de Azkoitia y es internacional sub-18. Debutó en la despedida del curso pasado en Mestalla, cuando Eusebio le dio la opción de jugar unos minutos. Lo hizo de volante, salió con 0-0 y la Real Sociedad terminó ganando con aquel gol de Oyarzabal en el descuento. Ya estuvo en la gira por Austria y Escocia con Moyes hace dos veranos, aunque unas molestias físicas le impidieron entrenarse con continuidad. No obstante, su partido ante el Livingston ya dejó entrever que nos encontrábamos ante un jugador diferente.

Esta temporada ha jugado de inicio en Anoeta contra el Leganés y el Málaga, así como en el Calderón. Es muy completo y polivalente, ya que puede actuar de mediocentro, interior o central, como se vio el domingo. Está llamado a ser el socio ideal de Illarramendi en el centro del campo. Tiene contrato hasta 2021 y también jugará arriba el próximo curso.

Kevin, el extremo reconvertido. Es el mayor de todos, tiene 23 años, y llegó hace dos a Zubieta como extremo. La pasada temporada fue reconvertido con éxito a lateral. Ha mejorado en defensa -aún tiene que seguir haciéndolo- y mantiene intactas sus condiciones ofensivas. Es un jugador vertical, de fácil desborde y muy atrevido. A Eusebio no le tembló el pulso para dejar salir a Héctor en enero y cubrir con él las espaldas de Yuri. Así lo hizo cuando el zarauztarra vio la quinta amarilla y se perdió la visita al Bernabéu. Allí le tocó estrenarse, y con buena nota, a este chaval que con 18 años ya había debutado en la Ligue1 con el Toulouse. Es internacional sub-21 con Portugal y, además de contra el Real Madrid, también disfrutó de unos minutos ante el Betis. Tiene contrato hasta 2020.

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