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Hoy puede ser un gran día para la Real Sociedad

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Miembros de la peña Goazen Erreala animan a convertir el encuentro de hoy en una fiesta. / LOBO ALTUNA

  • Se trata de hacer lo que la Real Sociedad ha hecho durante toda la Liga. Anoeta hervirá para empujar a los suyos a Europa. Es la hora de la verdad

Le queda poca vida a una temporada que tardaremos mucho en olvidar. Son ocho días nada más. Dos partidos, uno en casa, el último en el Estadio de Anoeta que hoy conocemos antes de que arranquen las obras de remodelación, y otro en Vigo. Seis, en realidad. Los dos de la Real Sociedad, los dos del Villarreal y los dos del Athletic. Pase lo que pase en estas dos últimas fechas ligueras, lo sustancial ya está escrito. Para Villarreal, Athletic y Real ha llegado la hora de la verdad. El que se lama las heridas no lo conseguirá. El que dude y sienta miedo tampoco. El partido de esta tarde en Anoeta (20.00 horas) es de los que despiertan pasiones que no habíamos sentido desde hacía años y años. La Real Sociedad recibe al Málaga con la convicción de que puede ganar y que una victoria, muy probablemente, le dejará a un último paso de una plaza en Europa con connotaciones de hazaña, una más, la última, la mejor, de una temporada soberbia. Y es que la Real está dispuesta a encender la mecha para hacer explotar la Liga ante su gente y dar un salto quizás definitivo. Eusebio y sus hombres han mantenido durante toda la semana el discurso de la ilusión. El mismo discurso es obligatorio aún en caso de que las cuentas dejen de salir. Y es que todavía es más importante el hecho de que tengan detrás a toda Gipuzkoa. Tenemos motivos para estar orgullosos de este equipo que se ha ganado el respeto con su fútbol.

Durante toda la Liga, la Real Sociedad no ha fallado en las grandes citas. Ha mantenido la frente alta y le ha hecho la vida dura a todos los rivales. Hoy no tiene por qué ser diferente. Ocho días. Hay que seguir soñando.

El Málaga se va a encontrar a una Real que trata de terminar de la mejor manera posible una de las temporadas más importantes de su historia. Empezó a competir hace nueve meses y ha asumido responsabilidades que llevaba años sin tener que afrontar y ahí está... Peleando. No sé cómo terminará el partido. No se me ocultan las dificultades ni el valor que tienen los tres puntos, pero lo que sí sé es que ustedes y yo vamos a ir al campo con el runrrún de las grandes tardes. Porque creemos que esta Real puede ganar a todo el que se le ponga por delante. Porque se muestra fuerte y es un equipo que compite bien y al que no es fácil hacerle gol. Ni qué decir en Anoeta. Aquí nuestro equipo nunca sale derrotado de antemano. Solo cuatro equipos se han llevado la victoria de los diecieciocho que han pasado por el estadio en lo que llevamos de temporada.

La Real Sociedad va a jugar uno de esos partidos que convierten Anoeta en una caldera y los cerca de treinta mil aficionados que se van a sentar en sus tribunas volverán a mostrar su orgullo por ser lo que son y su fidelidad a sus colores y a sus futbolistas. No puede haber mejor día para acercarse al campo. Por el horario, por el adversario y por lo que hay en juego. Por eso ustedes y yo estamos deseando que llegue la hora de coger el bocata y salir para Amara, donde habrá actividades durante todo el día organizadas por las peñas y el club para calentar el partido. El momento cúspide llegará con el recibimiento al equipo en torno a las 18.20 horas.

Quiero ver a los tres de arriba mordiendo cada centímetro del césped, cada minuto, hasta impedir al Málaga armar su juego. Es raro que nuestro equipo compita mal cuando siente la urgencia de la victoria. Conocen la receta para ganar partidos. Se trata simplemente de hacer lo que han venido haciendo durante casi toda la campaña. Saben que necesitan dar el 100%, el máximo de su nivel, para llevarse los puntos de un partido que tiene la llave de lo que puede ser lo más importante de esta Real: la ilusión que ha generado entre los futboleros y los que no lo son tanto.

El encuentro es del más alto nivel y lo normal es que se decida en jugadas puntuales porque no cabe esperar que un equipo arrolle al otro. Porque el Málaga tiene la vocación de jugar al fútbol y para impedírselo habrá que repetir la receta, ser fuertes, pacientes y contundentes. No habrá veinte ocasiones, pero si la Real juega con el criterio simple y efectivo de esta temporada, ganará porque tiene más calidad. Si lo hace así, al Málaga le tocará pasar un mal rato y los tres puntos se quedarán en casa. Ojalá. Es la hora de la verdad. Disfruten.

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