Diario Vasco

REAL SOCIEDAD

«Soy delantero y también me habría atrevido a entrenar a la Real Sociedad»

Meho fue segundo de Bakero cuando este cogió la Real Sociedad y tras salvarla, al principio de la siguiente temporada fueron destituidos. Parecido a lo que ha vuelto a pasar ahora con Moyes: «Cuando no empiezas bien desde la pretemporada, surgen las dudas. Y si no las limpias en septiembre, pasa lo que ha pasado este año también, es algo normal en el fútbol. Veía necesario el cambio, porque el equipo se estaba metiendo en una situación que me generaba la duda de si iba a ser aún peor y sin remedio, así que había que hacer algo. Ha llegado un entrenador nuevo, completamente diferente al anterior, que por lo que veo tiene las cosas más claras que, por lo visto, tenía el anterior entrenador, y con una escuela bastante significativa como es la del Barcelona, muy táctica. Pero tendrá que adaptarse a lo que tenemos aquí. Cualquiera, venga de donde venga y sea como sea, si quiere triunfar tiene que adaptarse a esto».

¿Habría aceptado una oferta para entrenar a la Real?: «Yo soy delantero y me atrevo. Cuando salí del Sanse dije en la rueda de prensa de que ese iba a ser mi último trabajo en la Real Sociedad, pero si me hubiesen llamado ahora... no puedo adelantar la respuesta porque no ha sucedido, pero soy delantero y me atrevo a hacer cosas, por difíciles que parezcan».

Hablando del Sanse, tuvo que sufrir como entrenador de su hijo: «Fue una de las cosas que más me ha costado. Era difícil para mí, pero más para mi hijo. Yo reflexionaba y recordaba lo que más necesitaba a los dieciocho años y era tenerle a mi padre cuanto más lejos, mejor. Es esa rebeldía que uno necesita para hacerse valer por sí mismo. No le quiero tener a mi padre cerca que me diga esto y lo otro, esto y lo otro... Yo veía a Kenan en una situación en la que yo me vi tiempo atrás y estaba en casa con él, en el entrenamiento con él... Todo el día encima y pensaba que, seguramente, le estaba cortando la progresión. Lo sufrimos los dos, porque si le ponía a jugar ya estaban los que decían que jugaba porque era mi hijo y si no le ponía, él me preguntaba que por qué. Pero pese a todo, eso nos vino bien, porque ese momento duro para ambos fortaleció muestra relación. Desde entonces creo que nos llevamos mucho mejor».