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Sábado, 14 de octubre 2023
Fútbol americano, béisbol, hockey hielo y pronto la NBA. Asier Illarramendi (Mutriku, 1990) se está empapando del deporte local en su flamante etapa en Dallas. El exjugador de la Real Sociedad compite desde hace dos meses en la MLS con el equipo de la tercera ciudad más grande de Texas, aunque confiesa que en su aventura norteamericana no todo es fútbol: «Estamos en la otra punta del mundo, aquí se hacen otras cosas y tenemos ganas de disfrutar de todo ello».
– ¿Qué tal por Estados Unidos?
– Muy bien. Llevamos un par de meses y la adaptación ha sido rápida. En el club hay bastante gente que habla español, algo que me ha ayudado, porque el inglés aún me cuesta un poco. Me llevo muy bien con los compañeros y la ciudad deportiva nos coge a media hora de Dallas en coche. Hemos optado por vivir en el centro de Dallas.
– Mutriku, Donostia, Madrid y ahora Dallas.
– No tienen nada que ver. Al final en esta vida hay que ver y disfrutar de todo. Queríamos vivir algo nuevo, disfrutar de otro país, de otra cultura y aprender otro idioma. Vinimos a jugar a fútbol, pero al final no solo es el fútbol, aparte de eso tenemos vida y queremos disfrutar de todo esto.
– Habla en primera persona del plural, ¿con quién ha ido?
– Con mi pareja. Ella por suerte trabaja en una empresa vasca que le permite teletrabajar, porque el tipo de visado que me han dado a mí como futbolista no le dejaba a ella buscar trabajo en Dallas. Estamos los dos solos, nos falta la perrita, porque justo cuando llegamos hacía un montón de calor, así que la dejamos en Mutriku, pero esperamos seguir aquí y traerla en invierno.
– ¿Cómo es Dallas?
– Es una ciudad grande, pero en una semana puedes verlo todo. Si pasas horas en la calle llegas enseguida de un lado a otro. Hay bastantes eventos, conciertos de música en los parques, siempre hay algo. Entre semana la gente se dedica más a trabajar y los fines de semana se nota que hay más vida por la calle. Estamos en la otra punta del mundo, aquí se hacen otras cosas y tenemos ganas de disfrutar de todo ello.
– ¿Qué es lo que más le ha sorprendido a Asier Illarramendi?
– Anteriormente ya había estado en Estados Unidos y mi recuerdo era el de Nueva York, donde había más gente viviendo en la calle y se veía una ciudad más sucia. Dallas no es así. Esta ciudad es muy limpia, no hay muchas personas viviendo en la calle y por esa parte es mejor que Nueva York. Ahora mucha gente está viniendo a Dallas por el tema de los impuestos y está creciendo mucho el área metropolitana.
– ¿Qué recomendaría visitar a su familia y cuadrilla?
– A mí me gusta el deporte y estuvimos viendo un partido de la NFL (fútbol americano) y quedé impresionado con el estadio y el ambiente que había. En todas las ciudades tienes cosas para ver, pero yo, como aficionado al deporte, recomendaría eso.
– Lo tradicional y lo que se ve en las películas es que la gente vive en casas con jardín en las afueras de las ciudades, pero no es su caso. ¿Por qué?
– Estuvimos valorando todo. Nosotros estamos en el centro y la ciudad deportiva está a media hora en coche y quizás allí sí que se puede hacer una vida más familiar en un chalet con su jardín, pero nosotros preferimos venir a Dallas, porque la ciudad te ofrece más cosas. Aquí bajas a la calle y ya tienes todo a mano.
– ¿Cómo surgió esta opción?
– Ya en la Real pensaba que podía ser mi último año y con el paso de los meses esa sensación creció. Tomé la decisión de acabar mi etapa en la Real y en ese momento quería probar algo nuevo, que sirviera para el resto de mi vida y pensé en Estados Unidos. Creía que podía ser una buena oportunidad para crecer como persona y aprender de otra cultura e idioma. Es verdad que todavía tenía ganas de jugar al fútbol y también he venido a eso.
– Cuando dejó la Real no tenía apalabrado nada con ningún club.
– Quise esperar hasta final de temporada para comunicar la decisión. La Real no me dijo nada durante toda la temporada, al ser un hombre de la casa me daban la opción de elegir a mí. Sentía que mi ciclo había acabado y es verdad que no tenía nada cuando decidí dejar aquello. La primera opción era venir a Estados Unidos e intenté por todos los medios llegar aquí. Por suerte a última hora me llegó la opción del Dallas.
– Acabó con muy buenas piernas en la Real, estaba convencido de querer seguir compitiendo.
– Sin duda, después de todo lo que me pasó, de estar año y medio sin poder jugar ni disfrutar del todo, sabía que con mis 33 años el fútbol no es para siempre y quería disfrutar de esto. En la Real acabé jugando, pero en la primera parte de la temporada tampoco conté con muchos minutos y por esa parte no estaba muy a gusto. También era difícil tener minutos en esta Real, no hay más que ver los partidos. En cierta manera quería dejar yo la Real y no que la Real me dejara a mí. No me arrepiento.
– ¿Cómo se producen los contactos con el Dallas? ¿Había tenido algún acercamiento anterior con otro equipo de la MLS?
– Algo ya hubo, en el fútbol siempre hay rumores o llamadas preguntando la situación de cada uno, pero el momento de la verdad es cuando te ponen un papel delante. Es verdad que es difícil entrar en el mercado de Estados Unidos. Si eres joven y tienes progresión es más fácil, pero a mí edad es más complicado entrar ya que es una liga privada que intenta hacer negocio vendiendo jugadores, porque no hay ascensos ni descensos, y ya con la gente de mi edad es difícil hacer negocio. Finalmente tuve suerte y aquí estamos.
– ¿Habló previamente con Carlos Vela sobre la posibilidad de ir a jugar a Estados Unidos?
– Sí, me explicó cómo era esto cuando salió algún que otro rumor, e incluso antes que eso ya hablé con él para preguntarle qué tal era todo esto y qué tal estaba. Siempre he mantenido el contacto con él.
– ¿Qué percepción tienen en Dallas sobre los futbolistas? ¿Qué ha sentido?
– Aquí el fútbol es el quinto o sexto deporte. La gente no lo sigue con tanta pasión como allí. No tienes la sensación de que la gente te conozca por la calle e incluso sobre el césped no tienes esa presión. El mundo del fútbol es más relajado.
– ¿Se siente con más libertad para hacer vida de calle que en Donostia?
– Sí, aunque Donostia sea una ciudad en la que te respetan en todo momento, cuando salía a la calle sí sentía cómo me miraba la gente. Por eso también vine aquí. Buscaba desvincularme de ese mundo y pasar más inadvertido. Todavía me sentía algo incómodo cuando era observado. Nunca me ha gustado mucho, pero es parte del fútbol y me acostumbré a ello. Cuando me vine aquí también buscaba algo así, pasar a un segundo plano y vivir la vida como uno más.
– ¿Cuál es el deporte que más se sigue en Dallas?
– El equipo que más se sigue son los Dallas Cowboys de la NFL. Tuve la oportunidad de ir al segundo partido que jugaron de Liga aquí y fue un montaje espectacular que hay que vivirlo. La gente de aquí va estos partidos para pasar todo el día. Se juntan cuadrillas, hacen barbacoas y luego ven el partido.
– ¿Ese ha sido su gran descubrimiento deportivo hasta el momento?
– Sí. La NBA ya la conocía de antes y tengo muchas ganas de que empiece. Justo vivo a 100 metros del pabellón de los Mavericks. También he estado viendo un partido de béisbol, pero es un deporte más parado. La NFL me ha encantado.
– ¿Qué es lo que más echa de menos? ¿Qué se llevaría de Mutriku?
– La perra lo primero. Ya tengo ganas de verla. Con la familia y amigos suelo hablar y con ella no te puedes comunicar. Además, he empezado a echar de menos la comida. Mejor que ahí no se come en ningún lado. Se nota en el día a día. Al ser de costa me gusta muchísimo el pescado y aquí no hay mucha variedad.
- ¿Su día a día es muy diferente al que tenía en Donostia?
- Quizás sí. Por las mañanas hago lo mismo, voy a la ciudad deportiva y entreno, a veces como ahí, otras en casa y luego por la tarde allí solía estar más con los amigos, mientras que aquí todavía no tenemos muchos amigos, aunque ya suelo hacer planes con algunos compañeros de equipo. Justo el portero del equipo vive en mi edificio y he ido con él a ver un partido de hockey hielo. Soy un tipo familiar al que le gusta estar con los amigos y por esa parte es diferente.
- ¿Han aprendido a pronunciar su apellido?
- Ya sabía cómo iban a pronunciar y desde el primer día ya les dije que me llamaran 'Axi', como los de la cuadrilla -ríe-.
- ¿Cómo se las arregla para seguir a la Real?
- He visto pocos partidos porque no me están cuadrando muy bien los horarios. Hay veces que juegan a nuestras 7 o 10 de la mañana. Les vi contra el Salzburgo y el Athletic, pero los amigos y familiares que siguen muy de cerca a la Real me informan. Yo lo que les he visto ya he comprobado que siguen jugando muy bien. Empezaron con tres empates, pero viendo el potencial que hay está claro dónde están y dónde acabarán.
- ¿Se valora más lo que está haciendo la Real desde la lejanía?
- Igual. Desde dentro veías cómo trabajábamos, el día a día... Ahora desde fuera solo ves los resultados y cómo juegan y se ve de otra manera.
- ¿Sus compañeros le han preguntado sobre la Real?
- Sobre todo los españoles. Los demás siguen más la Premier League, el fútbol español no se sigue mucho a excepción del Barça y el Madrid.
- Llegó hace dos meses, pero con la Liga ya empezada y tan solo les quedan dos partidos de la temporada regular. Como no entren en los playoff se va a quedar sin fútbol.
- Estamos a una victoria de certificar la clasificación a los playoff. Esperemos acabar bien la Liga, estamos con ganas de llegar lejos. Llevo compitiendo solo un par de meses y estoy con ganas de fútbol.
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