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A. A.
Jueves, 26 de enero 2023, 08:48
Jesús Gil Manzano salió de El Sadar insultado y amenazado tras expulsar al azulgrana Robert Lewandowski en el encuentro de liga entre Osasuna y Barcelona. Fue la última actuación del ya exfutbolista Gerard Piqué, que le espetó un «¡me cago en tu puta madre!» en el túnel de vestuarios cuando el partido llegaba al descanso. Osasuna había anotado en una jugada polémica y el colegiado había expulsado después al delantero polaco por dos amarillas tras un agarrón y un codazo.
Lewandowki se fue del campo realizando gestos despectivos y le cayeron tres partidos de sanción, que está cumpliendo en este mes de enero tras el parón por el Mundial. Ayer los caminos de Gil Manzano y Lewandowski se volvieron a cruzar, esta vez en la Copa del Rey en el partido de cuartos de final ante la Real Sociedad, y el criterio arbitral pareció algo distinto al que siguió el colegiado en Pamplona hace dos meses.
Y es que en la primera parte del encuentro de la Real Sociedad ayer en el Camp Nou, el polaco se libró de la amarilla en tres jugadas que pudieron ser sancionadas. Un codazo a Le Normand, un manotazo a Brais Méndez y un pisotón a Diego Rico con balón dividido. Tres acciones en un primer tiempo que podían haber sido sancionadas pero que ninguna fue atendida por el árbitro, que momentos después expulsó con roja directa a Brais Méndez.
Sobre todo llaman la atención las dos amarillas perdonadas al polaco en acciones en las que suelta el brazo. En El Sadar, Gil Manzano mostró la segunda amarilla al delatero culé por saltar de forma anticipada y golpear con su antebrazo en la cara y el cuello de David García. Una jugada que el colegiado vio clara para sancionar y no así las dos que ayer en Barcelona soltó el nueve azulgrana.
Lewandowski se marchó así sin ninguna advertencia ni tarjeta amarilla del partido de ayer y el colegiado, se escapó esta vez sin enfadar al Camp Nou. y es que la única jugada en la que el VAR avisó a Gil Manzano, acabó con expulsión de Brais Méndez por una dura entrada a Busquets.
Una acción que no genera excesivas dudas entre la hinchada de la Real Sociedad, aunque sí resulta llamativa la llamada de la sala VOR en esa acción de ayer y el silencio en una jugada similar de Ousmane Dembelé en el encuentro ante el Getafe.
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