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Habrá quien se pregunte por qué ver hoy 'Evasión o victoria', filmada en los 80 del siglo XX. Ha llovido tanto, se han marcado tantos goles, surgido tantas ligas asiáticas; se ha hecho tanto cine, hemos ido tantas veces al estadio en... ¡lunes!
Hay motivo. Hay motivos. Y además, unos cuantos, muy nuestros. Motivos épicamente blanquiazules. La película de John Huston, Stallone, Caine, Von Sydow, Pelé, Bobby Moore, Ardiles, John Wark y los demás se estrenó comercialmente un verano de hace 38 años, meses después de convertirse en una de las sesiones más victoriosas del Festival de Cine de San Sebastián. Sí, fue en 1981. La Real acababa de ganar su primera Liga. La de El Molinón. Pero si eso no bastase, habría que verla en el pantallón del Principal por la gloriosa 'tijera' de Edson Arantes do Nascimiento, 'O Rei'. Para discutir después si resta insuperada o si fue mejor la de Ronaldo a la Juventus.
Hay motivos. Tantos como estrellas en el campo que aparenta ser el de Colombes pero era el MTK Stadion de Budapest. Hay motivos. De fútbol, cine y épica. Y de moda: ¡esas camisetas blancas de los aliados con las rayas roja, blanca y azul! ¡Las negras con águilas imperiales del equipo nazi! Hay motivos. Para cantar de nuevo 'Victoire!' Como el sábado en Anoeta. Motivos. Como dijo Wark, el mediocampista del Ipswich: «Si no has visto 'Evasión o victoria', ¿de qué planeta vienes?».
Y hay cien razones estrambóticas para ver 'Diamantino', esa barrabasada portuguesa cargada de fútbol, peluches gigantescos, científicos malvados, gemelas perversas, falsos refugiados, balones que no entran y porterías que se agrandan entre nubes rosas. Tiene peores intenciones que un defensa con cuchillas en las botas.