El fútbol es justo

La piña final del equipo saltando en mitad del césped de La Cerámica atestigua que había muchas ganas de certificar la Europa League. Alegría desbordada en los jugadores y en la grada, porque la Real nunca camina sola. Igual que en el área técnica. Felicidad inmensa de Imanol que estrujó las dorsales de sus ayudantes y colaboradores con un abrazo de oso grizzlie. Hoy habrá baño y masaje para ellos seguro.

Y es que la Real ha jugado de maravilla. Ante el Villarreal volvió a ser mejor que el rival y la fortuna que otros días le dio la espalda, esta vez fue de cara. El equipo de Imanol se ha dejado muchos puntos, principalmente por su falta de acierto, de clarividencia de cara a puerta. Porque atrás ha estado imperial con esas veinte portería a cero que ha firmado Remiro y toda su guardia pretoriana defensiva.

Pero se ha desmelenado con cinco goles en apenas cuatro días. Y si me apuran, hubo más ocasiones ante el Villarreal que el jueves pasado ante el Cádiz. Por eso me acordé en el inicio del partido de Darko Kovacevic. Si algo tenía el de Kovin era su olfato para abrir la lata. No es que muchos partidos de la Real acabaran 1-0 en la época donde el serbio portaba el '9', sino que tenía especial habilidad para marcar el primer gol. A partir de ahí podía pasar cualquier cosa. La Real llegaba y llegaba, y no marcaba.

A la actual Real le vendría de maravilla un Darko. Pero tenemos dos Alex. Y uno de ellos, Isak, es buenísimo. El sueco mojó. No lo hacía en jugada desde el partido, precisamente, contra el Villarreal de la primera vuelta donde metió un golazo a Rulli. Este domingo solo puso la bota para marcar y empatar el partido.

Da gusto ver jugar al ariete blanquiazul. Por supuesto que esta temporada la recordará como su peor numéricamente. Sin embargo es un jugador esencial. Su velocidad, cómo ataca al espacio, la capacidad de irse en velocidad y su tiro le hacen ser una especie de 'jugador franquicia' de la Real. No le vendría mal tomarse una cerveza, o lo que tomen ahora los jóvenes, o lo que él quiera con Kovacevic. Seguro que todo –sobre todo lo bueno– se pega.

Acuérdense de las tres ocasiones en los primeros cuatro minutos. Un tiro de Sorloth, otro de Isak y un centro chut de Zaldua que no encontró rematador porque solo consistía en empujar el envío. Ahí me acordé de Kova. La escuadra blanquiazul mereció el gol mucho antes de que encajara el tanto de los locales. Tres de los cuatro tantos del Villarreal a la Real han sido de córner. Y en la reanudación, lejos de tener dudas, se tiró a por el partido y la fortuna le sonrió. Y después vinieron las risas y carcajadas. También ayudó la condena del comentarista –esta vez al conjunto de Emery–, quien recordó que el Villarreal siempre que marcaba primero, ganaba. Menos este domingo.

Aunque no haya nada en juego material y la Real vaya a estar sí o sí en el bombo de la Europa League la próxima temporada, seguro que Imanol quiere cerrar el curso con una victoria. Además siendo el visitante el Atlético no hace falta mucha motivación para preparar un choque que tiene pinta de ser espectacular. La Real cabalga por Europa y no camina sola, porque como el Liverpool, le remonta un partido al Villarreal. Vayan pensando en un destino para viajar.