Liga F

La jugadora de la Real Sociedad Iraia Iparragirre cuelga las botas

La lateral derecho ha comunicado su decisión después de jugar 108 partidos con la camiseta txuri-urdin y ser una de las capitanas del equipo. Afronta ahora los dos últimos encuentros con la elástica blanquiazul. Tendrá la oportunidad de despedirse de su afición en Zubieta el viernes 19 a las 19.00 horas contra el Real Madrid.

«Es el momento de delegar y siento que mi camino ha tomado otra dirección en estos momentos», ha confesado la guipuzcoana en declaraciones a la web del club. Ha descubierto también que la decisión «ha tenido que pulirse mucho» en el tiempo, ya que «solo pasa una vez en la vida el tren para poder jugar en la Real».

«Yo siempre quise acabar en la Real y logré convertí el sueño en realidad», ha admitido con una sonrisa la jugadora, que se queda con el título de la Copa de la Reina como mejor recuerdo de su etapa como txuri-urdin. Preguntada por su mejor gol, se queda con el primero, que lo marcó ante el Logroño.

El vídeo en el que Iraia muestra sus impresiones sobre su retirada grabado por el departamento de prensa de la Real está realizado en el parque del barrio de Zabaleta de Lasarte-Oria donde la realista comenzó a dar sus primeras patadas al balón. «Los dos deportes que más practicaba de joven eran la pelota y el fútbol. Tuve que decantarme entre uno u otro y elegí el fútbol», ha reconocido a la hora de hacer balance de su trayectoria.

Jugó sus primeros años como federada en el Ostadar de su pueblo para luego pasar al Añorga. Después de cuatro años en el club donostiarra hizo el amago de dejar el fútbol y debido a su afición a los deportes de monte y a la escalada comenzó a estudiar un curso de monitora en Durango. «Cuando iba a llegar el verano me llamó Garbiñe Etxeberria -directora deportiva del equipo femenino de la Real- para decirme que contaban conmigo», relata la realista que admite a su vez que «no podía dejar escapar ese tren».

Iraia valora que las condiciones en el fútbol femenino han mejorado mucho con respecto a sus inicio. «En la Real siempre hemos tenido mejores condiciones en comparación con otros clubes, pero la situación del fútbol femenino era muy malo», subraya.

La lasarterra se despide «muy orgullosa de haber podido disfrutar de los pequeños detalles». Manda, además, un mensaje de agradecimiento a la afición por su «cercanía, tanto en los buenos como en los malos momentos» y desea que «se mantenga ese ambiente en el Z7».