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Jueves, 22 de septiembre 2022
Ander Barrenetxea ya ha pasado consulta con el doctor Lasse Lempainen, quien le operó en enero de la grave lesión que sufrió en el músculo isquiosural, y la buena noticia es que no ha apreciado ninguna anomalía en el estado del jugador. El prestigioso galeno finlandés circunscribe la incomodidad que viene sintiendo al proceso de recuperación de una lesión tan compleja como la suya, que requiere de un tiempo de adaptación a la competición antes de alcanzar el pleno rendimiento.
Lempainen es uno de los mayores especialistas del mundo en el tratamiento quirúrgico de las lesiones asociadas al grupo muscular de la parte posterior de la pierna o región sural. Tradicionalmente se les ha conocido como músculos isquiotibiales, aunque últimamente se habla de isquiosurales porque es más correcto.
Este médico se hizo conocido hace dos años por haber operado a Ousmane Dembélé. Lo hizo en febrero de 2020, justo antes de la pandemia, y a los cuatro meses se extendió en Barcelona el rumor de que la recuperación no iba bien. Entonces salió a defender el éxito de la operación y en agosto ya fue convocado para el partido de Champions contra el Bayern de Munich, aunque no llegó a saltar al campo. Desde entonces no ha vuelto a sufrir ninguna lesión muscular más en esa pierna derecha que hasta entonces le traía de cabeza con constantes recaídas.
Con Barrenetxea entiende que pasa algo parecido, solo que su lesión fue más grave y compleja incluso que la del francés. El donostiarra se rompió en el primer minuto del primer partido del año jugado el 2 de enero en Mendizorrotza. El parte médico se refirió a una ruptura a nivel proximal de la musculatura isquiosural del muslo izquierdo que el propio Imanol definió como «una lesión fea».
Nueve días más tarde, el día 11, fue intervenido en Finlandia por el doctor Lempainen, que actuó mediante cirugía abierta para realizarle «una reconstrucción anatómica del origen de la musculatura isquiosural». Recurrió a este tipo de operación después de valorar previamente la complejidad de la lesión. La intervención se desarrolló «de manera satisfactoria y sin incidencias», según recogió el parte médico.
No se estableció periodo de vuelta a la competición porque el objetivo de la operación no era tanto adelantar plazos para su regreso como volver a jugar al fútbol sin secuelas en un futuro después de un largo proceso de recuperación. Por eso, desde un principio, se dio por finalizado su concurso en la temporada 21/22. Desde entonces ha ido cumpliendo con los plazos estipulados y su evolución ha sido satisfactoria.
En verano, mientras sus compañeros se fueron de vacaciones, siguió ejercitándose en solitario en el estadio Reale Arena por las obras de Zubieta y el 15 de junio superó las pruebas físicas a las que fue sometido en Finlandia a los cinco meses de la intervención. El doctor Lempainen dijo ese día que «Ander estará listo para la próxima temporada». Arrancó los entrenamientos el 27 de junio con el grupo de nueve potrillos que adelantó su vuelta al trabajo y se unió al grupo con el primer equipo el 7 de julio.
El 30 de julio reapareció en el amistoso que jugó la Real en Bournemouth siete meses después de caer lesionado en Vitoria. Jugó media hora y en el primer balón que tocó a punto estuvo de marcar después de una jugada que acabó con un disparo que neutralizó el meta local Travers. Después jugó de salida en la Euskal Herria Txapela en Barakaldo, donde estuvo una hora sobre el campo y arrancó con buenas jugadas. Con 90 minutos en sus piernas de pretemporada llegó al inicio de Liga.
Imanol, consciente de que aún estaba lejos de su mejor nivel, solo le metió en los minutos finales de los partidos en Cádiz, Elche y Mánchester y contra el Atlético en Anoeta, para un total de 55 minutos. Pero regresó del viaje a Inglaterra con alguna molestia y no apareció en la relación de convocados para el partido contra el Getafe tres días después.
La semana pasada el club comunicó mediante un parte médico que, dentro de su proceso de recuperación, durante las últimas semanas se había encontrado más «incómodo», algo que era «posible dada la complejidad y gravedad de la lesión». No obstante, se informó en el mismo parte que acudiría a pasar revisión con el doctor Lempainen, que ha confirmado que las sensaciones que tiene forman parte del proceso de recuperación en una lesión tan grave. Así que tendrá que armarse de paciencia.
Debido a que venía este parón de Liga, la Real decidió adelantar su descanso diez días y que no jugara contra Getafe, Omonia y Espanyol. En este tiempo ha sido tratado mediante fisioterapia y ha trabajado de forma individual con una gestión de las cargas diferente a las que había soportado en las semanas anteriores. Se entiende que con una disminución de la actividad su estado mejorará.
En principio no siente dolor en la zona operada sino que ve que le cuesta exprimirse al máximo, algo que ha sido habitual en un futbolista explosivo y con un poderosa musculatura en su tren inferior. La competición se reanuda el 2 de octubre en Girona y para entonces se cumplirán tres semanas y media desde su último partido en Mánchester. Su regreso al grupo dependerá de su evolución pero, de momento, las primeras noticias que llegan de su visita al doctor Lempainen parecen positivas.
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