La cuadrilla más fiel y numerosa no falla a Illarramendi, de gaupasa hasta las ocho

El partido que la Real ganó 2-1 al Sevilla terminó poco antes de las 20.30 horas y en ese momento comenzó la fiesta para la afición txuri-urdin, la plantilla y, especialmente, para el ejército mutrikuarra de Illarramendi. Una vez que la celebración oficial concluyó, con el traspaso del dorsal '4' a Zubimendi, al que portara por última vez el brazalete de capitán todavía le quedaban casi doce horas de desenfreno.

Empezó con la cuadrilla, más de veinticinco amigos y amigas, manteándole sobre el césped del Reale Arena con el ya estadio vacío, en la relativa intimidad.

Después la fiesta se trasladó a los palcos VIP del Reale Arena, donde Illarramendi exhibió de nuevo en público sus dotes con la trompeta para también demostrar que lo de la noche de Sevilla no fue flor de un día. Organizaron rápidamente una txaranga y más de treinta personas bailaron e hicieron una kalejira por el estrecho palco, que se quedaba pequeño.

El jugador, ya de vacaciones y pendiente de conocer y desvelar su nuevo destino, lo ha dado también por la noche, y él mismo ha desvelado la hora en la que se ha acostado: «A dormir que ya es hora», ha escrito Illarramendi en su Twitter a las 8.05 horas de este lunes.

La cuadrilla de Illarramendi saltó al primer plano cuando acompañó en pelotón al jugador en su presentación como jugador del Real Madrid, aquel julio de 2013 que el palco del Santiago Bernabéu también se quedó pequeño para semejante acontecimiento en el que el presidente del club blanco Florentino Pérez se vio rodeado por treintaidós jóvenes en, quizás, la foto de familia más multitudinaria que se haya hecho en un fichaje en la historia del Real Madrid.