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6.000 cromos para revivir la historia de la Real Sociedad
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Alan Pérez ha hecho de su domicilio un museo lleno de cromos, pósteres y camisetas del club txuri-urdinQuién dijo que coleccionar cromos de tu equipo favorito era cosa de críos. La estampa de los jóvenes intercambiándose los cromos repetidos por aquellos que no tienen para completar el álbum es algo que perdura a lo largo del tiempo y son muchos los sobres que se abren cada año y muchas las cartas duplicadas que se apilan al final de cada temporada. Lo que quizás no mucha gente sabe es que esas colecciones que con el tiempo no hacen más que coger polvo o que se ganan su hueco en la basura, con el paso de los años valen más y más dinero. Hasta el punto de poder llegar a valer una auténtica fortuna si se mantiene en buen estado.
Sobre este tema sabe, y mucho, Alan Pérez. Este joven astigarragatarra colecciona estampas de la Real Sociedad desde 2009 y alberga en su poder más de 6,000 artículos entre cartas, revistas, póster y camisetas relacionadas con el club txuri-urdin. La más antigua data de 1915. Su casa es un auténtico museo donde poder repasar todas las épocas de la Real a través de los cromos.
«Siempre me había gustado el mundo del coleccionismo. Tengo varios pósteres firmados por Kobe Bryant o Michael Jordan, pero mi verdadera pasión siempre ha sido la Real Sociedad. Me picó el gusanillo en 2009, el año del centenario, y ahí empecé a coleccionar cosas sobre el club», reconoce. «Te paras a pensar y son 100 años. Eso es mucho tiempo. Muchos jugadores que han pasado por el equipo, muchos momentos icónicos... somos un club con mucha historia». Fue en ese momento en el que sus dos pasiones, la Real y el coleccionismo, se encontraron por primera vez en su vida.
Primero fueron los propios cromos de aquella temporada, la del ascenso. Luego, alguno del grupo de futbolistas que más disfrutó, el del subcampeonato de 2003. Pero también empezaba el reto de hacerse con los más antiguos. Aquellos nombres míticos y jugadores quizás no tan conocidos de la historia de la Real. «Es muy difícil encontrar cromos de las colecciones más antigua. Pero lo que es realmente complicado es que estén en buen estado después de tanto tiempo. El más antiguo que tengo es de 1915, pero tengo la suerte de contar con colecciones enteras de las plantillas de 1920 y 1930, que tampoco son fáciles de conseguir. También tengo cromos de momentos históricos como el ascenso de Puertollano o los años de las ligas», presume.
«Es gracioso porque algunos cromos son pequeñas estampas que te daban en las farmacias después de pesarte y alguna que otra colección, además del cromo, venía acompañado de una moneda. Son muy interesantes. Es un orgullo saber que tengo en fotos o cromos a jugadores míticos y vitales para la historia de la Real como Bienzobas, McGuiness (autor del primer gol de la historia del club), o Berraondo (el primer entrenador de la historia del fútbol español y sociofundador del club en 1909)».
Lo que más le reconforta es que, gracias a este reto, ha podido repasar la historia del club y conocer alguno de los jugadores. «He tenido la suerte de poder estar con futbolistas de los 60' y es muy interesante poder charlas con ellos. Se sienten muy agradecidos de saber que alguien se sigue acordando de su pasado como futbolistas». Estos más de 15 años coleccionando artículos txuri-urdin han servido para tener un sinfín de anécdotas. «Las dos más impactantes que me vienen a la cabeza son con las camisetas de 'Bixio' Gorriz y Zamora», adelanta Alan. «Primero la de Bixio. Yo formo parte de una asociación de coleccionismo y, más o menos, sabemos los artículos que nos interesan a los que estamos en ella. Una vez, un amigo uruguayo me ofreció una camiseta del mítico central realista. Me dijo que era de un amigo suyo que fue futbolista del Danubio. Un pequeño club uruguayo que, en un gira de verano del equipo sudamericano, recaló en Atotxa para jugar un partido contra la Real. Después del partido se cambió la camiseta con Gorriz y así llegó a las manos de mi conocido y luego a las mías. Lo más divertido es cuando pude estar con 'Bixio' y le dije que tenía una camiseta suya de aquel encuentro. 'Es imposible', me dijo. Pero después de contarle la historia alucinó y me la firmó encantado.
Algo parecido le sucedió con la camiseta de la selección española con la que Zamora anotó un gol en Wembley en 1981. «Me dijo que era imposible que la tuviera yo, que estaba guardada en Las Rozas. Cuando se la enseñé, se quedó mirándola y me reconoció que no sabía si la que estaba guardada era la que él utilizó o la que yo tenía en mis manos», afirma.
Lo cierto es que, pese a que dar con los cromos antiguos es una tarea faraónica, conseguir hacerse con todos los cromos modernos es casi más complicado. «El mundo del coleccionismo es cada vez más competitivo y complejo», reconoce. «Cada año salen dos colecciones en Europa -una en verano y una actualización en enero con las nuevas incorporaciones, una en Asia y otra en Estados Unidos. Hacerse con todos es realmente difícil, prácticamente imposible, sobretodo porque estas dos últimas cuentan con cartas limitadas. Es decir, se lanzan cromos de edición standar y otros que son únicos. Por ejemplo, solo salen a la venta 100 ejemplares, 50, 25 e incluso hay ediciones que cuentan con una carta única. Yo por suerte tengo algún cromo que es 1 de 1 -único-, pero son realmente complicados de conseguir, o lo que es lo mismo: hay que pagar mucho por ello. Por ejemplo, hace unos días encontré una carta de la Real Sociedad por 800 dólares».
Los precios varían en función del interés que se tenga en el extranjero por ciertos jugadores y lo cotizadas que estén algunas cartas. «Un cromo básico de algún jugador de la Real no vale más de 10 céntimos. Sin embargo, aquellos jugadores que parece que van a tener una progresión valen más. Por ejemplo, en el mundo de las colecciones se cree que Barrenetxea puede marcar una época, y eso hace que sea un carta cara ya de base. Todavía más aquellas de ediciones especiales. Otros como Isak, un futbolista joven y con reconocimiento internacional, es otra pieza muy codiciada. Estas, teniendo en cuenta muchos factores, pueden superar los 100 euros fácilmente», apunta. Pero sin duda, la estrella txuri-urdin, el '10', es la que más arrasa. «Me sorprende el gran público y la cantidad de seguidores que tiene la Real en Japón. En especial Oyarzabal. He visto pujas en las que se han llevado camisetas suyas por más de 1.200 dólares. Yo iba con la intención de no pujar más allá de 700 euros y mi apuesta no era más que la quinta más alta. Las cuatro que tenía por encima de mi era de usuarios japoneses».
Alan puede presumir de tener un auténtico museo en casa. Cartas de todos los colores, formas, tipos y épocas de todos los jugadores de la Real Sociedad. Más de 6,000 artículos relacionados con el club de su corazón y que, teniendo en cuenta la inversión invertida en este tiempo, podría estar valorado entorno a los 15,000 euros. Sin embargo, poderlo sacar a la venta es la última de las opciones que le pasan por la cabeza. «Esto es algo que a mí me apasiona y me encanta tener en mi poder. No lo vendería ni loco». Lo que sí que ha empezado a hacer en los últimos meses ha sido compartir todo lo que tiene a través de las redes sociales. «Muchos amigos míos alucinan con la cantidad de artículos que tengo. Uno me dijo una vez que podría estar interesante compartirlo con otra gente». Dicho y hecho. Alan publica a diario en su cuenta de Twitter, Berraondo_1909, un acontecimiento histórico de la Real acompañado de un cromo. «Es mi manera de revivir la historia. Suelo publicar cumpleaños de jugadores que han pasado por el club, momentos emblemáticos, entrenadores... Me gusta cómo la gente disfruta con las reliquias que yo tengo o cómo reviven gracias a los cromos a jugadores que pasaron por el equipo y se habían olvidado de ellos».
Lejos de parecer una tarea sencilla, teniendo tantos momentos a destacar y una colección tan amplia, Alan necesita tiempo para organizar la semana. «Cada día, después del trabajo, me quedo 30 minutos para organizarlo todo. Tengo la ayuda de la página 'atotxa.org', que es una auténtica mina en cuanto a recuerdos de la Real se refiere. Con ella voy viendo qué pasó cada día y es así como me organizo para saber qué publicar cada día». Lejos de suponerle un esfuerzo, es algo que le ilusiona. «En apenas unos meses he conseguido más de 300 seguidores en Twitter. Pero no es tanto por el número, sino el cariño que recibo cada día. Hace unos días felicité a Diego Rivas con una carta suya y él mismo me agradeció la publicación. Por momentos como este sigo haciendo lo que hago».
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