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DV
Lunes, 28 de marzo 2022, 17:07
«Sé que estará entre nosotros en la final de Copa». María Arrate Kortazar, la madre de Aitor Zabaleta rescataba hace un año para DV la bufanda de la Real Sociedad que su hijo portaba aquel fatídico 8 de diciembre de 1998, el día que fue asesinado por un ultra del Atlético Madrid en los aledaños del Vicente Calderón.
María Arrate había esperado veintidós años y casi cuatro meses para coger la bufanda, una prenda impregnada por el espíritu realista de su hijo y que hoy da nombre a la grada de animación del estadio de Anoeta. «La he traído tal cual la cogimos aquel día. Por eso está sucia. Está pisada. La guardé así. Me he dicho a mí misma: »La voy a llevar porque así Aitor estará presente«», relataba María Arrate hace un año agarrando con sus dos manos los dos extremos del trapo, sin saber, que, cinco días después sería el talismán que 'ondearía' en La Cartuja.
Mientras, su hermano Iker Zabaleta confesaba en los prolegómenos de esa final que son momentos que rescatan con más intensidad de lo habitual, el recuerdo de Aitor. «Con eso vivimos siempre. Todas estas cosas, cualquier acontecimiento relacionado con el fútbol... Todo conduce a él. Eso ya lo llevamos dentro. Estamos marcados en ese sentido por lo que pasó». Preguntado sobre cómo viviría su hermano la histórica final contra el Athletic, Iker respondía sin ningún tipo de dudas: «¡Lo viviría a tope!».
Madre e hijo coincidieron en la porra y apostaron, como no, por una victoria txuri urdin (2-1), eso sí, «con sufrimiento». Y no anduvieron desencaminados. Ese 1-0, con la bufanda de Aitor Zabaleta como amuleto, trajo la Copa a Donostia.
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