Qué gozada ver jugar a la Real con la misma intensidad sin importar el rival que tenga enfrente ni el escenario en el que lo hace. Este miércoles ha saltado en Coria con la misma ilusión que si estuviera en Old Trafford cuando ganó allí en septiembre y el resultado es que ahora uno disfruta cuando antes la Copa era solo sinónimo de malos sue�
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