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J. F.
Domingo, 21 de mayo 2017, 15:27
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Corría el minuto 24 cuando Carlos Vela se hacía con el balón desde el extremo izquierdo del ataque de la Real Sociedad para servir un centro perfecto y medido a la cabeza de Willian José. El balón volaba lento y seguro hasta los dominios del delantero brasileño en el centro del área viguesa, donde pocas veces perdona. La materialización del remate también era de manual, ejecutada por un especialista que mete en la portería con la testa gran parte de los balones que le llegan.
Picado hacia abajo y escorado por el lado derecho del portero. El balón viajaba seguro hacia la red pero de pronto por allí aparecía la pierna derecha de Sergio Álvarez para tapar el hueco que certeramente había visto Willian José. Un gol salvado 'in extremis'. Con toda la extremidad surgida de la nada. Paradón digno de un portero de balonmano que evitaba el primer gol de la Real Sociedad.
En el minuto 50 era Jozaved el que metía el susto en la portería donostiarra. En una jugada mucho más embarrada con varios rechaces Jozabed disparaba desde el borde del área pequeña para batir a Rulli. Casi. El balón pasaba bajo las piernas del portero argentino pero finalmente golpeaba en su pie y salía fuera.
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