Diario Vasco

Una cuchara para comerse una granada

Clase. Sergio Canales trata de hacerse con el esférico ante la presencia de Martin Hongla, ayer en Anoeta.
Clase. Sergio Canales trata de hacerse con el esférico ante la presencia de Martin Hongla, ayer en Anoeta. / ARIZMENDI
  • Sergio Canales logró desgranar al conjunto nazarí gracias a una gran asistencia por encima de la defensa

Dicen que la mejor manera de comerse una granada es con una cuchara. Las jugosas y preciadas semillas que esta exótica fruta tiene en su interior no son nada fáciles de extraer. Tampoco fue nada sencillo vencer ayer al conjunto nazarí para obtener los tres puntos que le mantienen a la Real en la lucha por los puestos europeos.

Fue Sergio Canales quien tuvo que ponerse el delantal de cocinero para lograr sacar la comanda a tiempo. Mikel Oyarzabal y Carlos Vela lograban emplatar los entrantes en hora gracias a la que posiblemente sea la mejor jugada combinativa de la jornada. Xabi Prieto cedía con el pecho a Zaldua para que el lateral donostiarra combinara en corto con Oyarzabal. El punta eibarrés volvía a apoyarse en el '20' txuriurdin para iniciar la carrera por banda derecha. Lograba salvar el esférico en línea de fondo y se sacaba un pase de la muerte para que el mexicano, en carrera, batiera a su compatriota Ochoa. Los comensales se mostraban satisfechos con los aperitivos. Mientras tanto, Canales esperaba su turno entre fogones. El postre es el cierre, el final, la coronación de toda comida por sencilla que esta sea. Este debe ser perfecto hasta dentro de su sencillez. Implica terminar en equilibrio y en perfecta combinación con los platos que componen la comida.

Un suplente de primera línea

El cántabro salía de cocinas con veinte minutos por delante para maravillar a la clientela que ayer acudía a almorzar a Anoeta. El '16' blanquiazul es el jugador que ha disputado más partidos como suplente en esta Liga (21). Un chef de primera línea que ayer se ganó una estrella en uno de los servicios más importantes de la temporada. 18.003 ávidos invitados esperaban con deseo su creación, puesto que el segundo plato, de procedencia colombiana y creado por Adrián Ramos, había dejado un amargo regusto a la parroquia txuriurdin.

El primer balón que tocó el extremo zurdo de la Real sirvió para que Oyarzabal a punto estuviera de marcar el tanto de la victoria para los de Eusebio, pero su remate se fue lamiendo el palo izquierdo del cancerbero mexicano. Fue el primer fogonazo del cántabro en cocina. Los seguidores comenzaban a colocarse las servilletas para el colofón final. No defraudó.

La línea de ataque txuriurdin se rompía la sesera para desgranar este fruto de origen asiático. Cortaban, acuchillaban y pelaban la granada, pero no había forma de hincarle el diente hasta que Canales apareció con el utensilio idóneo, la cuchara. Un sutil pase por encima de la defensa nazarí bastó para desgranar a los de Tony Adams. El postre terminó por rescatar un servicio un tanto insulso.

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