Real Sociedad: El orgullo no fue suficiente

Con todo, las cosas siguen igual tras las derrotas de Villarreal y Athletic, por lo que se puede decir que la Real ha salvado una jornada difícil en su lucha por Europa. El séptimo se mantiene cuatro puntos por detrás y el octavo, después del empate del Eibar, siete. Y queda una semana menos. Ahora se trata de recuperar a los lesionados en estos quince días que hay hasta el duelo contra el Leganés y reunir fuerzas para afrontar un mes de abril en el que, además del cuadro pepinero, deben pasar por Anoeta el Sporting y el Granada. En esos nueve puntos está el billete para Europa.

Mikel por Iñigo y Guridi por Zurutuza

Eusebio tuvo que tirar de fondo de armario para paliar las bajas con las que llegaba al partido, de forma que presentó cuatro cambios de jugadores respecto al derbi ante el Athletic y hasta cinco de posición, ya que Navas actuó por el flanco izquierdo para que Mikel, que fue el sustituto de Iñigo en la zaga, jugara a pierna natural. El de Arrasate no era titular desde el encuentro contra el Sevilla en Anoeta. Aritz, del que había tirado el técnico en la última ausencia de Iñigo contra Osasuna, se quedó en el banquillo.

En el centro del campo tuvo que cambiar la pareja de mediocentros ante las ausencias de Illarramendi y Zurutuza. Granero se colocó de cuatro escoltado por el debutante Guridi, que cuajó un buen partido y fue la mejor noticia de la noche. Arriba, Bautista fue el referente en ataque en detrimento de un Juanmi que salió después en la segunda parte.

Juego de posición vs juego al espacio

Como se esperaba Alavés y Real jugaron a dos cosas distintas, tratando cada uno de explotar sus armas. El cuadro txuri urdin no varió mucho su plan a pesar de las ausencias que tenía. Y esa coherencia le honra. Se hizo con el balón, estiró sus laterales e intentó juntar gente por dentro para acampar en campo contrario. Y desde ese sometimiento territorial tratar de ahogar al contrario.

El arranque fue bueno, principalmente porque Yuri encontró espacio por la izquierda para asociarse con Oyarzabal y porque entre Vela y Bautista robaron algún balón para contragolpear. El lateral zarauztarra tuvo la mejor opción visitante en un jugadón personal tras apoyarse en Bautista al que solo le restó definir ante Pacheco. Vela también intentó sorprender al meta babazorro por arriba sin éxito.

El Alavés no fue a buscar muy arriba a la Real porque quería ese espacio en campo rival para lanzar rápidas transiciones ofensivas con la velocidad de Deyverson a la espalda de la zaga guipuzcoana. El brasileño fue el mejor del choque y si no se marchó con un hat-trick fue porque Rulli lo evitó con varias intervenciones antológicas. Sin embargo, las dos primeras opciones locales llegaron en dos errores realistas. Una cesión atrás muy corta de Mikel ante la que reaccionó rápido Rulli para salir a los pies de Deyverson y una pérdida de Granero frente a Romero que acabó solucionando el portero argentino.

Gol psicológico de Deyverson

Conforme fueron transcurriendo los minutos el partido fue cayendo del lado vitoriano. Especialmente porque en ese juego en largo suyo las caídas siempre eran recogidas por Llorente, Manu y Camarasa, con lo que logró retrasar la posición de la Real en el campo. Y ahí, los de Eusebio sufrieron en el cuarto de hora anterior al descanso. Así fue como Theo Hernández, el lateral albiazul, cogió la moto por el flanco izquierdo para colarse hasta la cocina por el pasillo interior. Aprovechando el espacio entre Prieto y Granero tomó una ventaja que nadie logró recortar y luego en velocidad se coló entre Odriozola y Mikel para dejar un pase de gol a Deyverson en el segundo palo que este solo tuvo que empujar. Un gol a dos minutos del descanso que fue un mazazo para una Real que había mantenido bien el tipo hasta entonces, teniendo en cuenta las circunstancias, y que a la postre resultaría decisivo.

Rulli mantiene viva a la Real Sociedad

En la reanudación el Alavés castigó las espaldas de la Real con las entradas de Camarasa y Theo por los pasillos interiores, siendo este doblado en ocasiones por Manu en el carril. Desde la esquina llegaron dos balones que cazó Deyverson para rematar de cabeza. Ahí surgió la figura de un Rulli agigantado que realizó dos intervenciones espectaculares, sobre todo la segunda, que se cuela entre las mejores de la presente Liga. Esas dos paradas mantuvieron vivos a los de Eusebio, que a partir de ahí dieron un pasito adelante tras agarrar de nuevo el balón. Prieto retrasó su posición y Vela trató de salsear entre líneas para buscar algo. Una maniobra para permitir estirar a Odriozola por la derecha.

Granero, a la calle

Cuando parecía que la Real se iba a por el empate llegó la absurda expulsión de Granero. Aún quedaban 25 minutos por delante y a pesar de estar en inferioridad metió al Alavés en su área y acosó las inmediaciones de Pacheco. Pero faltó profundidad y, además, no sacó nada de partido de la estrategia a pesar de contar con multitud de faltas laterales y saques de esquina. Y así es imposible.