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Real Sociedad: Eusebio blinda a su núcleo duro

Gerardo Izagirre, Juan Carlos Andrés, Eusebio, Mikel Labaka, Jon Alemán y Xabier Ruiz de Ocenda.
Gerardo Izagirre, Juan Carlos Andrés, Eusebio, Mikel Labaka, Jon Alemán y Xabier Ruiz de Ocenda..
  • La renovación del primer entrenador hasta 2019 conlleva la continuidad de sus ayudantes

  • Juan Carlos Andrés, Mikel Labaka, Xabier Ruiz de Ocenda, Gerardo Izagirre y Jon Alemán siguen en el staff técnico

Cuando todo marcha igual de bien como ahora, los focos apuntan a Eusebio; también cuando vienen mal dadas. Sin embargo, el técnico, que acaba de ampliar su vínculo con la Real Sociedad hasta 2019, no estará solo en este viaje. Contará con el mismo grupo de personas sin cuyo trabajo (casi) nada sería igual. Es el núcleo duro de Eusebio, cinco trabajadores que son la prolongación del técnico realista. Son Juan Carlos Andrés (segundo entrenador), Mikel Labaka (ayudante técnico), Xabier Ruiz de Ocenda (ayudante técnico), Gerardo Izagirre (preparador físico), y Jon Alemán (entrenador de porteros).

Ellos también seguirán en el club hasta 2019, según ha podido saber este periódico, tras el acuerdo alcanzado entre Eusebio y la Real. Para el entrenador es fundamental que continúen a su lado. A grandes rasgos, ellos son los encargados de analizar a los rivales, atacar sus puntos débiles, diseñar las jugadas de estrategia defensiva y ofensiva, y también de conseguir que los jugadores de la Real estén en una buena condición física.

Eusebio trabaja codo con codo con estas cinco personas de máxima confianza. Se reúne a diario con ellos antes y después de los entrenamientos y juntos diseñan la programación del equipo. A este trabajo colectivo se suman médicos, fisioterapeutas y otros preparadores físicos. Si Eusebio tiene 23 futbolistas en su plantilla, al menos cuenta con catorce en su otro equipo, ese que no se ve, oculto en las catacumbas del edificio Gainditu de Zubieta, pendiente del más mínimo detalle, tanto médico como físico, para dar soporte a un conjunto que ahora no tiene techo.

En Zubieta cuenta con todos los recursos posibles, pero trabaja, sin embargo, como si fuera un equipo pequeño, supervisando cualquier gesto, atendiendo toda sugerencia, diseccionando a los rivales con la máxima precisión posible, haciendo de cada acción a balón parado casi una tesis.

En equipo

Detrás de Eusebio está casi siempre Juan Carlos Andrés, el segundo entrenador, el dueño de los secretos en las acciones a balón parado. Es fácil verle de pie en Anoeta porque cada vez que hay una falta o un córner en el transcurso de un partido, salta como un resorte desde el banquillo. Llegó a la Real de la mano de Eusebio después de desarrollar toda su carrera en el fútbol modesto, donde tuvo un estreno precoz ya que se sentó por primera vez en un banquillo de Tercera con solo 24 años. Acredita veinte años de carrera en diferentes equipos de la Preferente y Tercera División gallega (donde llegó a dirigir más de 500 partidos). También trabajó en las categorías inferiores del Celta de Vigo, donde conoció a Eusebio ya desde su etapa de jugador.

No muy lejos anda Mikel Labaka, el exjugador de la Real en el que Eusebio ha encontrado un escudero fiel. Algo vio en él cuando era ayudante de Imanol Alguacil en el Sanse. Esta es su primera temporada en el cuerpo técnico del primer equipo. Ejerce de nexo de unión con los jugadores, también aporta en el apartado técnico y no tiene ningún problema en calzarse las botas para unirse a los ejercicios en el verde de Zubieta cuando, por hache o por be, el número de jugadores no cuadra para organizar un partido.

El preparador físico Gerardo Eizagirre es quien tiene la llave oculta. Eusebio se lo trajo del Alavés. Da método y sustancia a las ideas del técnico para que los jugadores aguanten el calendario y corran con el estilo que Eusebio propone. Tiene mucho protagonismo en los entrenamientos de Zubieta. Su exigencia es alta. Ha introducido nuevos ejercicios físicos en esta etapa en la Real y hoy son habituales los entrenamientos combinados de balón con cajones, cuerdas, hinchables y pesas. El resultado es una Real que llega entera a los últimos minutos de partido.

Jon Alemán es otro de los que también suda la gota gorda. Es el entrenador de los porteros. La sombra de Rulli, Toño y Bardají. Siempre con los guantes puestos, bombardea a los tres en cada entrenamiento y trata de crear situaciones de partido. En ocasiones graba con una cámara los ejercicios.

Pero si se trata de analizar imágenes, Xabier Ruiz de Ocenda es el especialista. No se le ve tanto. Pero siempre está. Observa los partidos desde la parte alta de Anoeta o de cualquier otro estadio, analiza todo, debate, busca soluciones en la distancia y luego lo traslada al jefe. Llegó a la Real procedente del Alavés, donde dirigía al División de Honor juvenil. Fue una petición expresa de David Moyes por sus conocimientos en el programa Amisco con el que se analiza la actuación de los jugadores. Su papel cada vez cobra más fuerza en este fútbol en el que todos los equipos se conocen al dedillo. Sin él y sin ninguno de los otros cuatro, todo sería más difícil. Eusebio lo sabe bien.

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