El técnico cumplirá ante la Real 52 partidos de Liga en Primera, una cifra que reparte entre dos clubes: Eibar (38) y Dépor (13). Sus números en la máxima categoría arrojan un total de once victorias, doce empates y 28 derrotas. Sus equipos han encajado 78 goles y marcado 47. En el Dépor suma trece partidos y tiene al equipo fuera del descenso con dos triunfos, cuatro empates y siete encuentros perdidos. En el club hay una confianza en el proyecto Garitano, aunque entre la afición han surgido los primeros recelos. El reto del técnico, además de salvar al Dépor, pasa por conquistar a la grada y consolidarse en el banquillo blanquiazul, muy volátil en los últimos años. De hecho, Garitano firmó una temporada sin opción a una segunda por los anteriores fracasos del club. La marcha de Lucas Pérez al Arsenal, con la que el equipo perdió a su jugador franquicia, le hizo empezar la temporada con el pie izquierdo.
El exjugador de la Real y extécnico del Eibar ha dejado a su familia en Zarautz, donde reside, y vive solo en un piso en La Coruña. «Hago vida entre Abegondo, que es donde están las instalaciones del club a treinta kilómetros del centro de la ciudad, y mi casa así que tampoco tengo mucho tiempo para disfrutar de la ciudad», dice.
Del Deportivo, solo tiene palabras de elogio. «Es un gran club que lleva atravesando una situación económica muy delicada en los últimos años y el objetivo es volver a tener un gran equipo en los próximos años con un presupuesto mayor, con una economía saneada. La dirección está haciendo un gran trabajo para darle la vuelta a la situación».
Garitano no descuida el trabajo que se viene haciendo en la cantera del Deportivo. «Se están dando pasos, y el reto es ascender al filial de Tercera División a Segunda B para que el salto a Primera sea menos acusado».
