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Real Sociedad: Oyarzabal, un año de sonrisas

Mikel, a la derecha, celebra el gol de Iñigo al Betis en una falta provocada por él. Fue su debut como titular en Primera (30 de enero).
Mikel, a la derecha, celebra el gol de Iñigo al Betis en una falta provocada por él. Fue su debut como titular en Primera (30 de enero). / ARIZMENDI
  • Mañana se cumple un año de su debut con la Real en Primera en aquella goleada al Levante (0-4) con Moyes

Mikel Oyarzabal (Eibar, 1997) ha devuelto la alegría que la Real Sociedad perdió con la marcha de Griezmann en verano de 2014. Mañana soplará su primera vela desde que debutó en Primera, un año vertiginoso en el que ha visto cumplidos muchos de sus sueños y en el que ha insuflado nuevos aires a un equipo que necesitaba rejuvenecerse.

La historia de su salto al fútbol profesional se inicia cuatro meses antes de su debut en Valencia ante el Levante. Había terminado la temporada con el equipo juvenil y disfrutaba de los Sanjuanes en la calle con sus amigos cuando recibió una llamada del club. Tenía que ir a Zubieta a entrenar porque iba a hacer la pretemporada con el primer equipo y debía llegar rodado.

Sin conocer casi a nadie, tan solo a Joseba Muguruza, con el que había jugado unos partidos en el Sanse y a su compañero de generación Igor Zubeldia, se subió al avión que llevó a la Real hasta la localidad austriaca de Obertraun. Unos días fueron suficientes para que aquel desconocido se ganara el respeto del grupo. Fue el mejor en los entrenamientos, el mejor en los amistosos, el mejor en los partidillos, el mejor en los ejercicios de finalización... Y no dejaba de ser un juvenil.

Su receta consistió en hacer fácil las cosas, que suele ser lo más difícil en el fútbol, y disfrutar del momento. Así lo reconocía en una entrevista concedida a este periódico. «Tenía claro que intentar algo que no había hecho hasta entonces no me iba a ayudar a resaltar. Hice las cosas igual que siempre y me fue bien. Me sentí muy tranquilo».

No jugó en el primer amistoso ante el histórico Celtic de Glasgow pero lo hizo como titular dos días después contra el St Johnstone, un modesto de la Premier League escocesa. En un partido insulso típico de pretemporada sus detalles fueron lo mejor de aquella matinal dominical en la que se vio que ese futbolista daría mucho que hablar más pronto que tarde. Y así fue.

Pero pasó el verano y comenzó jugando con el Sanse, con el que marcó tres goles en ocho partidos. Aunque se entrenaba con regularidad arriba, Moyes apostó de inicio por hombres del primer plantel como Jonathas, Vela, Bruma y Xabi Prieto para ocupar los puestos de vanguardia. Pasado un mes daría la alternativa a Agirretxe, Zurutuza y Canales al ver que su fútbol directo no funcionaba y que necesitaba meter algo de pausa al juego. Hasta que llegó la novena jornada en la que la Real rindió visita al Levante en el Ciutat de Valencia. El técnico escocés estaba con el agua al cuello y le metió en la convocatoria, aunque le dejó inicialmente en el banquillo.

El cuadro txuri urdin firmó un partidazo y a falta de siete minutos para el final ganaba por 0-4 gracias a los goles de Vela (2), Agirretxe e Illarramendi. Moyes ya había dado entrada a Chory y Canales y solo le quedaba una sustitución. Entonces llamó a Mikel y le dio la alternativa en Primera. Entró por Vela, un cambio lleno de simbolismo, porque el mejor jugador de los últimos años dejaba el sitio a otro llamado a serlo en el futuro. No tuvo tiempo de hacer grandes cosas pero lo más importante es que con solo 18 años ya sabía lo que era jugar en la máxima categoría.

Aquel día, además, se dio la coincidencia de que la Real jugó con nueve guipuzcoanos. Zaldua, Mikel, Yuri, Illarramendi, Markel, Zurutuza, Prieto y Agirretxe lo hicieron de titulares y Oyarzabal completó la relación. Un guiño a la filosofía del club.

Eusebio apuesta por él

Sin embargo, su debut no tuvo continuidad en los siguientes partidos y dos semanas más tarde Eusebio aterrizaba en San Sebastián. El nuevo técnico le dio media hora ante el Sevilla con 0-0 en el marcador y el triunfo se quedó en casa con goles de Agirretxe y Xabi Prieto. Después fue titular en los dos partidos de Copa ante el Las Palmas pero en Liga su debut como titular se resistió hasta 2016. Ocurrió tras las lesiones en el Bernabéu de Agirretxe y Canales.

El club maniobró con valentía en el mercado de invierno y no solo no realizó ninguna incorporación sino que abrió la puerta al Chory Castro. Se quedaba arriba con Jonathas, Vela, Bruma y Xabi Prieto, porque Zurutuza también estaba lesionado. Pero sabía que se encontraba ante un diamante en bruto al que había que dar continuidad. Llevaba medio año entrenándose a gran nivel en el primer equipo y había llegado su hora.

El gol que le dio confianza

En la jornada 22, una semana después del desastre de Gijón, por fin formó parte del once titular. Fue en la victoria ante el Betis (2-1) y tuvo una actuación destacada al intervenir en la jugada del primer gol de Xabi Prieto y provocar la falta que dio origen al segundo, que firmó Iñigo de cabeza.

En la siguiente jornada se estrenó como goleador en la manita al Espanyol en Cornellá. Había arrancado la segunda parte y la Real ganaba por 0-2. Faltaba cerrar el partido y él lo hizo tras trazar una pared con Pardo y superar sutilmente a Pau López en su salida. No duda al afirmar que ese gol ha sido el momento más emocionante del año. «Llevaba varios partidos jugando y me quité mucha tensión de encima. Fue una liberación para mí porque me dio mucha confianza. El del Barcelona resultó más mediático, pero el primero fue más íntimo».

Tanta confianza que una semana más tarde le hizo un doblete al Granada, dos después ganó el derbi en Bilbao con una buena actuación personal y a los dos meses firmó ante Piqué y Dani Alves el cabezazo que tumbó al Barcelona en Anoeta, a la postre campeón de Liga.

En mayo recibió la llamada del Del Bosque para participar en los amistosos previos a la Eurocopa ya que los seleccionados del Real Madrid y el Atlético se encontraban preparando la final de la Champions. En Loiu se juntó con Lekue y Aduriz, a los que no conocía pero con los que se plantó en Las Rozas. El 29 de mayo llegaba su debut internacional ante Bosnia al sustituir a Nolito.

En el año que se cumple mañana ha disputado 32 partidos oficiales con la Real, 25 de ellos como titular, en los que ha marcado seis goles y facilitado siete asistencias, la última de ellas a Vela el sábado ante el Alavés. No es de extrañar que con semejante cartel el Athletic intentase ficharle con nocturnidad y alevosía en verano, aunque se quedó con las ganas, o que hoy sea uno de los protagonistas de la gala de los premios de LaLiga en Valencia, en la que opta a ser el jugador revelación de la pasada temporada junto a Marco Asensio y Saúl Ñíguez.

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