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Poyet ya resopla aliviado

Gustavo Poyet da órdenes a sus jugadores en el partido ante el Málaga.
Gustavo Poyet da órdenes a sus jugadores en el partido ante el Málaga. / EFE
  • El técnico del Betis marcó 69 goles con el Zaragoza y refrendó sus cualidades en la Premier, donde comenzó su carrera como entrenador

«Este es el camino», dijo el entrenador del Betis, Gustavo Poyet (Montevideo, 1967), tras vencer la pasada jornada al Málaga. El equipo verdiblanco había sido, por fin, competitivo -el público le despidió con aplausos- , y eso llenó de orgullo al técnico que, como buen uruguayo conoce el valor de la agresividad e intensidad.

El curriculum de Poyet está lleno de matices. De ser juvenil en el River Plate uruguayo pasó a jugar ya como profesional en el Grenoble de la segunda francesa. Fue traspasado al Zaragoza en 1990 y con Poyet en el once, el equipo maño ganó la Copa en 1994 y, un año después, la Recopa de Europa, en la final disputada en París al Arsenal.

Poyet disputó 239 partidos en Primera con el Zaragoza y anotó 63 goles. Después de siete temporadas en La Romareda, en julio de 1997 fichó por el Chelsea, donde volvió a demostrar sus dotes goleadoras. En su primera temporada en la Premier estuvo lesionado, pero en la segunda hizo 14 goles como jugador 'bleu' y el Chelsea fue tercero en la Liga, por detrás del Manchester United y del Arsenal. Después consiguió la FA Cup y la Supercopa de Inglaterra y en verano de 2001 se fue al Tottenham -terminó su periplo como jugador en el Swindon Town-.

Discípulo de Juande Ramos

Pero en la Premier, Poyet no solo jugó sus últimos partidos, sino que inició la transición a los banquillos, comenzando como ayudante de Dennis Wise en el Leeds y de Juande Ramos en el Tottenham. «Ambos eran muy diferentes de carácter y me dio la oportunidad de observar cómo los futbolistas responden a las diferentes situaciones», se jacta Poyet. Ya en solitario logró un ascenso con el Brighton & Hove Albion. Más tarde llegó a Sunderland como solución casi desesperada y logró la salvación. Finalmente y antes de aterrizar en el Betis, hizo una incursión en el fútbol griego, logrando un meritorio subcampeonato con el AEK de Atenas.

«Una Real al ataque»

Antes de partir hacia Donostia, Poyet manifestó en rueda de prensa que espera una «Real Sociedad que ataque». «En su campo la Real tiene llegada, juega por banda y tira centros, por lo que la clave del encuentro será controlar el juego y tener acierto en las áreas», dijo.

En el Betis hubo dudas a su llegada y el técnico charrúa admitió que respira más tranquilo tras el triunfo ante el Málaga porque «cuando se gana todo cambia, pero no te puedes relajar», aunque agradece que la afición bética despidiera a su equipo con una ovación, en especial a la última 'estrella', Álex Alegría, un chaval a quien conocen muy bien Jagoba Arrasate y Bittor Alkiza, ya que el Betis le cedió la temporada pasada al Numancia -marcó doce goles-.

Alegría es uno de los nombres propios del Betis, como lo son el portero Adán, el matusalénico Joaquín y el goleador Rubén Castro.

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