Diario Vasco
Oyarzabal, Aritz y Mikel González se ejercitan durante el entrenamiento de ayer en Zubieta.
Oyarzabal, Aritz y Mikel González se ejercitan durante el entrenamiento de ayer en Zubieta. / PEDRO MARTÍNEZ

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La Real no despega

  • El repliegue intensivo sin presión al balón que hizo en la segunda parte en Ipurua le dejó sin opciones en Eibar

  • Justo cuando la Real se gusta en Anoeta encadena dos derrotas seguidas fuera de casa

Siempre hay algo que le sucede a la Real Sociedad para que no despegue. Venía de la temporada pasada encontrándose a gusto en sus visitas y atascada en Anoeta, donde se antojaba clave empezar a ganar para navegar a velocidad de crucero. Después de dos partidos difíciles ante el Real Madrid y el Espanyol, resulta que el miércoles se dio un festín ante un Las Palmas que esta jornada ha vuelto a demostrar que su situación de privilegio en la tabla no es casualidad. Pero justo entonces pincha en Eibar y encadena su segunda derrota consecutiva fuera de casa tras la que sufrió en Villarreal el domingo pasado. Así que con tres puntos de nueve sumados regresa a la segunda mitad de la tabla, en la que parece condenado a vivir.

Con todo, lo peor de lo sucedido en Eibar es que la Real Sociedad no fue fiel a sí misma, especialmente en la segunda parte, cuando se metió atrás y fue incapaz de realizar una presión digna de un conjunto de Primera. Así que era cuestión de tiempo que llegara la derrota. Hay mil maneras de perder un encuentro mediatizado por una expulsión tan rigurosa pero la Real Sociedadfue a elegir la peor de todas. La del reo que en el corredor de la muerte se sabe preso de su destino y se abandona a su suerte.

Tres decisiones difíciles de entender. Entrar a valorar los movimientos de un entrenador es complicado, porque seguro que sus decisiones llevaban implícitas un plan que solo él conoce y que nadie vio en Ipurua. Pero hay tres que extrañaron a tenor de su propio comportamiento. El primero es la ubicación de Aritz en el lateral derecho. Al beasaindarra, que ha demostrado sobradamente su capacidad para jugar ahí, le van a marear a este paso. Esta temporada ha sido reubicado como central, donde ha jugado durante la pretemporada. Así las cosas Zaldua y Carlos Martínez quedaban como laterales. En Villarreal el primero fue expulsado con lo que el segundo jugó ante el Las Palmas. Hasta aquí, todo lógico. Sin embargo, con la lesión del navarro resulta que el que juega en la banda es Aritz, en teoría central, y no el lateral titular en las cuatro primeras jornadas. La mala fortuna provoca que encima vea la roja a las primeras de cambio.

La segunda decisión controvertida fue la de alinear en la izquierda a Juanmi en detrimento de Oyarzabal. Y no porque este sea de Eibar y jugara en casa, sino porque hasta el momento ha demostrado en la Real Sociedadl mucho más que el malagueño. Y aquí los galones hay que ganárselos. Ver jugar a un cazagoles diestro por la banda izquierda, fuera de su sitio, teniendo a un jugador acostumbrado a hacerlo ahí del talento de Mikel se antoja un error, que tuvo sus consecuencias tras la roja de Aritz.

Y la tercera fue retirar a Zurutuza del campo en el descanso, tras la cual la Real Sociedad desapareció del partido.

Traicionar la idea de juego. Eusebio repitió nada más llegar a Donostia que quería un equipo que jugase lejos de su portería y cerca del centro del campo. Fiel a esa idea probó con acierto a Aritz como central en la pasada temporada. En Eibar, cuando se quedó con diez jugadores, metió al equipo atrás y lo condenó a la nada. Porque así era imposible enlazar un contragolpe y dificultar los movimientos del contrario.

En la jugada del primer tanto armero el hombre más avanzado, Willian José, se encuentra 35 metros por delante de Rulli. Es decir, todo el equipo está metido en un tercio de campo. Si a ese repliegue intensivo se le suma que la Real Sociedadsigue careciendo de mordiente en la presión, el resultado fue una larga cadena de pases -contamos hasta trece- del Eibar antes de que el balón acabara en la portería blanquiazul. Y si en Villarreal se perdieron tres puntos pero no la idea, en Ipurua la sensación de desconcierto fue más allá del resultado.

Muchas facilidades atrás. En los tres últimos partidos la Real ha ofrecido muchas facilidades atrás, incluido el duelo ante el Las Palmas, aunque para cuando llegaron el choque estaba brillante finiquitado. Y hay dos ejemplos significativos.

El Villarreal genera un penalti de una simple saque de falta en el centro del campo en la que Sansone gana la acción a Mikel. El sábado bastó un saque de banda de Capa a Pedro León para que este torease a Héctor y sirviera el balón que acabó en la expulsión de Aritz. La sensación de que el contrario hace peligro con muy poco está ahí.