Diario Vasco
Un sonriente Rulli levanta el pulgar anoche en el aeropuerto de Hondarribia.
Un sonriente Rulli levanta el pulgar anoche en el aeropuerto de Hondarribia. / ARIZMENDI

real sociedad

Los papeles vuelven a jugar una mala pasada a Rulli

  • El club esperó hasta última hora a que el Maldonado devolviera los contratos firmados desde Inglaterra, último paso que resta para anunciar el acuerdo

  • «Familia, nos vemos pronto», se despide el portero, que volverá en agosto a San Sebastián

Posó para los medios oficiales del club en Anoeta por la mañana y estrechó la mano de Aperribay después de firmar su contrato, pero al final del día Gero Rulli puso rumbo a Argentina sin poder ser jugador de la Real a todos los efectos. Por tercer verano consecutivo, el dichoso papeleo volvía a jugarle una mala pasada y le impedía ser presentado como nuevo fichaje blanquiazul.

Porque ese pequeño matiz es lo único que le separa de pertenecer a la entidad realista: el Maldonado tiene que devolver los contratos firmados y aceptados por todas las partes implicadas para poder dar la definitiva luz verde a la operación. El lunes es ahora la fecha marcada en rojo en el calendario.

La semana acaba así un poco peor de lo que cabía esperar. Cuando el viento parecía soplar a favor, con el jugador aterrizando en San Sebastián el pasado martes optimista ante lo que se avecinaba, y la propia Real convencida de que iba a poder presentar hoy ante el público a sus dos guardametas para la temporada que viene, la demora del Maldonado en mandar vía fax los contratos firmados de Rulli desde Inglaterra ha echado al traste todas las expectativas.

En el club esperaban cierta reticencia del fondo de inversiones a la hora de devolver los documentos, pero no se imaginaban que la tardanza iba a adquirir semejante calibre. Tampoco ayudaron los acontecimientos que sacudieron ayer el país anglosajón, que ha decidido abandonar la Unión Europea. El barullo alcanzó todos los ámbitos y lugares y desafortunadamente también tocó de soslayo a la Real.

El convencimiento en Anoeta era tal que la maquinaria para anunciar el acuerdo con Rulli ya estaba preparada desde primera hora de la mañana, cuando el jugador se acercó al estadio para pasar el protocolo habitual en estos casos: fotografías en las gradas, junto al presidente en su oficina y las primeras declaraciones a los medios oficiales del club. La Real reconoce la magnitud y la importancia que supone atar a un portero de la proyección del argentino y el despliegue en esta ocasión ha sido más amplio que en otros fichajes, al estilo del que se organizó el pasado verano con el retorno de Asier Illarramendi después de su etapa en el Real Madrid.

Rumbo a los Juegos

Mientras tanto a Rulli ya no le volveremos a ver por aquí hasta después de los Juegos de Río. En el día de ayer, y después de la ausencia de noticias, no le quedó otra que volver por la tarde al domicilio que ha adquirido en el centro de la capital guipuzcoana para recoger sus maletas, que ya tenía preparadas desde el jueves, cuando pensaba cerrarlo todo y marcharse a Argentina.

Acompañado por su novia puso rumbo al aeropuerto de Hondarribia, donde embarcó en el último vuelo con destino a Madrid, que despegó sobre las 21.00 horas. En Barajas la pareja conectó con otro avión que partió hacia Buenos Aires en torno a la medianoche. Antes de emprender el viaje Rulli tuvo el detalle de despedirse con un mensaje tranquilizador en las redes sociales: «Familia, nos vemos pronto», fueron sus palabras, que acompañó con un vídeo en el que se le ve pisar el césped de Anoeta. Despejaba de un plumazo las dudas sobre dónde jugará a partir de la temporada que viene. Ha firmado hasta 2022, el realista con el contrato más largo de la plantilla.

El guardameta no tendrá mucho tiempo para compartir con su familia en su hogar de La Plata ya que el lunes tiene que presentarse en Eceiza junto al resto de los porteros que han sido convocados por el 'Tata' Martino para tomar parte en los Juegos de Río representando a la selección argentina. Rulli será una de las figuras más importantes de la albiceleste, que quiere realizar un buen papel en Brasil al margen de lo que depare mañana la final de la Copa América.

Pase lo que pase en el torneo olímpico, el nuevo jugador de la Real no retornará a Gipuzkoa hasta finales de agosto, lo que le hará perderse toda la pretemporada y también el arranque liguero, ya que aunque Argentina no alcance la final de Río -que se celebrará el 20 de agosto-, es de suponer que tendrá premiso para tomarse unos días de descanso antes de retornar a la disciplina realista. Toño Ramírez será el que se ponga los guantes en las primeras jornadas de la competición doméstica, con Ander Bardají cubriéndole las espaldas.

Una pesadilla que se repite

Desde que Rulli aterrizó en la Real hace tres veranos siempre ha estado acompañado por el aura del fondo de inversión, que se ha empeñado en alargar y entorpecer los movimientos que ha tratado de hacer la Real cada vez que ha abordado la continuidad del platense.

La primera e ingrata experiencia para el jugador se vivió en julio de 2014, cuando se tuvo que quedar recluido en un hotel de Ámsterdam durante varios días mientras la plantilla de la Real estaba concentrada a unos pocos kilómetros de allí, en Ermelo, sede del stage de pretemporada. Sus agentes trataron de cerrar la operación en Anoeta durante ese periodo, algo que acabó ocurriendo más tarde de lo que podría imaginarse.

La situación se repitió el año pasado, si bien no hubo que lamentar ninguna reclusión. Esta vez Rulli se marchó de vacaciones tras haber firmado con la Real, pero el fondo de inversión estiró su visto bueno hasta los límites, con la entrada del Valencia como pretendiente. La confirmación no llegó hasta finales de verano. Afortunadamente, ahora que el club txuri urdin se va a hacer en propiedad con el 70% de los derechos del jugador, no habrá más episodios como estos.