Granero firma hasta 2018 por la Real Sociedad

Tras la rúbrica, Granero se dirigió a Zubieta para reencontrarse con sus compañeros y participar en la primera sesión de la semana. Además, tuvo la ocasión de conocer a las dos nuevas incorporaciones que ha realizado la Real Sociedad este verano: Finnbogason y Rulli.

Para la Real y en especial para su técnico, Granero es el hombre idóneo para terminar de redondear la plantilla. Es un jugador que puede actuar en cualquier posición del centro del campo, como demostró en el Getafe y en la temporada en la que fue titular en el Real Madrid a las órdenes de Pellegrini. Arrasate no tendrá que tratar de explicar a su nuevo jugador lo que espera de él y cuáles son los fundamentos tácticos del equipo porque ambos se entienden muy bien. Granero encajará a la perfección en el esquema 1-4-3-1-2 que Arrasate pretende implantar esta temporada.

La posibilidad de hacerse con los servicios de Granero se concretó el pasado fin de semana como anunció este periódico, cuando el jugador madrileño en una reunión con el presidente realista en San Sebastián, aceptó ajustar sus emolumentos a la propuesta blanquiazul, que desde el principio le transmitió dónde estaban sus límites económicos. Una vez desbloqueado ese problemático aspecto, la sensación en el club de Anoeta era que el fichaje era cuestión de tiempo una vez descartada la cesión, aunque los técnicos estaban mirando otras opciones por si no se cerraba la operación. Con su postura de aceptar un recorte en su salario, Granero confirmó su voluntad de jugar en la Real, que es lo que sucederá finalmente.

Para la Real éste era un punto decisivo en la negociación, ya que el club de Anoeta ha tenido claro que no podía rebasar el límite que pudiera comprometer su estabilidad económica y el necesario equilibrio salarial dentro del vestuario, algo que siempre ha estado presente en las negociaciones. Aunque seguirá cobrando un sueldo alto, la operación Granero entra en esos parámetros establecidos por el club.

Durante estas semanas, varios pesos pesados del vestuario habían dado también su visto bueno a la incorporación del exjugador madridista y el técnico siempre ha mostrado su deseo de contar con él. «Es un jugador al que ya conocemos y que queremos que esté aquí», dijo Arrasate en su última comparecencia en Zubieta antes de la concentración en Ermelo. Sus palabras llegaron en un momento en el que los clubes habían ralentizado sus conversaciones porque la Real no podría hacer frente a la alta ficha del jugador y porque el QPR tampoco parecía estar por la labor de dejarle marchar. El jugador además ya había empezado a entrenar con su equipo en Londres.

Acuerdo con el QPR

Pero una vez cerrado el acuerdo entre el jugador y la Real el pasado fin de semana, había que conseguir que la operación fuera satisfactoria también para el QPR, como así será. El club inglés se ahorrará siete millones de euros por los dos años de contrato que le restaban a Granero. En un gesto que avala la buena sintonía en las negociaciones, el QPR abonará una prima de salida al jugador de más de 600.000 euros para compensar la menor ficha que tendrá en la Real.

La etapa de Granero en Inglaterra llega a su fin. Fue fichado por el equipo inglés en 2012, procedente del Real Madrid. El QPR acababa de ascender y buscó refuerzos de categoría. Pagó ocho millones de euros por el traspaso. Aquella campaña fue un desastre deportivo y Granero tuvo un papel secundario, aunque terminó participando en 24 partidos de Liga y tres de Copa.

En la Real, Granero jugó siete partidos en la última temporada tres en la Champions. No pudo jugar más porque se lesionó el 17 de septiembre durante el primer partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Una dura entrada de un jugador del Shakhtar le produjo la lesión que le tuvo parado hasta marzo cuando recibió el alta médica. Su reaparición, en el último partido de Liga ante el Villarreal, fue recibida con un caluroso aplauso por los aficionados de la Real. Se ha ganado el cariño. Ahora tendrá que aportar en el campo.